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21 de marzo de 2024

Canales de videojuegos y referencia - El rincón de Raven - Pequeñas píldoras para tu conocimiento

La mayoría de los canales que existen en Youtube -y que dedican su contenido a videojuegos- suelen eternizarse con largas entregas (os prometo que algunas son interminables), por lo que muchos de los usuarios acaban abandonando por falta de tiempo y agotamiento, o porque lo que están viendo acaba perdiendo su interés. Sin embargo, otros como el de la entrada de esta semana, limitan sus vídeos a pequeñas partidas o píldoras, funcionando como muestra y reseña de un videojuego, aunque siempre con cierta mejora de lo que pueda ofrecer.


Son canales por tanto, ideales para disfrutar en dosis pequeñas y espacios relativamente breves de tiempo, sin agobios y sin más pretensiones que las de entretener y, en ocasiones, dar a conocer aquellos títulos de nicho o más desconocidos. 

Hoy, con vosotros, y para darle de nuevo algo de ritmo a la sección de 'Canales de videojuegos y referencia' en Youtube:

El Rincón de Raven


Amigo personal, entusiasta del retro, la buena música, y un fanático del cine y de las series, y en especial de los Power Rangers, Raven (nombre obviamente ficticio), nos trae muy a menudo vídeos muy interesantes dedicados al retro con partidas que casi siempre nos dejan a medias cual 'coitus interruptus' debido a su cortísima duración. Al menos para mi gusto y máxime cuando su creador goza de un buen conocimiento mayor que muchos que van de expertos, concibiendo ideas muy bien expuestas y a veces con cierta dosis de humor. Además, y esta es una opinión totalmente objetiva, poseedor de una buena voz para locutar muy poco explotada pese a que él se empeñe en jurar lo contrario. Escuchadme a mí y luego escuchadlo a él, y veréis la gran diferencia entre los dos.

Editando los vídeos para Youtube desde su móvil: 

Raven lleva en el planeta Youtube subiendo contenido desde hace aproximadamente unos cinco años., constándome también que cuenta con muchísimo más de éste grabado y en programación. Pero ojo, que lo más destacable de este usuario no es sólo la gran cantidad de vídeos en parrilla de salida, sino que, a diferencia de la práctica totalidad de los canales que cuentan con mayores y mejores medios, sus vídeos están íntegramente jugados y editados desde su teléfono móvil y no desde un PC. Imaginad cómo sería el resultado y cuánto acabaría por dejarnos con la boca abierta de poder hacerlo con un dispositivo de más potencia. Podéis no creerlo y podéis pensar que exagero, pero es asombrosamente real. Yo  puedo deciros que estuve una buena temporada editando y jugando también desde el móvil y os aseguro que las limitaciones son muchas y considerables.

Habrá que hacer una colecta entonces para comprarle un pc...


Retro por los cuatro costados, aunque emulado:

Sé que he dicho en más de una ocasión que no hay nada mejor que disfrutar de las máquinas y los videojuegos originales, pese a que la emulación ya poco tiene que ver con la de sus inicios más torpes. No lo digo por nada sino porque en el 1 contra 1 sólo los sistemas físicos consiguen retrotraernos a la experiencia tal cual en su día fue. Sobre todo si pensamos que llegará el momento en que por fuerza todos estos sistemas dejen de funcionar por su deterioro y que, si uno emula ahora teniendo al alcance algo palpable, se estará perdiendo una experiencia única que difícilmente en el futuro se pueda volver a repetir. No obstante, lo importante es jugarlo y en el canal de Raven prima más el esfuerzo por dar a conocer los títulos retro que sacar bíceps y mostrar su colección. Además es un gran conocedor del cine de los años 80 y 90 del siglo pasado y, no estaría nada mal que también le dedicase una gran participación.

También me gustaría, y lo menciono porque está poco explotado este aspecto, que comentase algunos vídeos de una manera más similar a una reseña o análisis. Creo que el canal ganaría muchísimos más enteros y llegaría a mucha más gente. Pero es mi opinión.



Ahora mismo, y aunque ha tocado muchísimos palos de grandes sistemas y videojuegos de las diferentes consolas habidas, destacando los dedicados al mundo del motor en sus respectivos formatos, el buque insignia de su canal es la sección de 'Cartuchos perdidos'. Una sección que entrega tras entrega nos trae, además de con una línea introductoria cargada de buena música, muchos videojuegos clásicos que con el transcurrir de los años y con las nuevas generaciones de consolas en alza, van pasando poco a poco a la retaguardia hasta el punto de llegarlos a olvidar. Ese conocimiento, toda esa variedad que tanto entusiasmó en el pasado (y también actualmente) a mayores y pequeños, puede sentirse protegido con canales como éste. Sin duda, de lo mejor. 

Dadle una oportunidad, suscribíos, compartidlo si consideráis que merece la pena (ya os digo yo que sí), y a disfrutar. 

Os dejo por aquí algunos de sus vídeos:









9 de marzo de 2024

Akira Toriyama - Creador y maestro de sueños e ilusiones

Nos ha dejado, o quizás es que tan sólo se ha ido a dar una vuelta. Sea como fuere y le llamemos como le llamemos al hecho de abandonar este mundo; dominado por un vacío insondable y oscuro en el que no existe nada romántico salvo la certeza de que todo es finito y para siempre, en el caso del genial Akira Toriyama, creador de ilusiones y maestro de sueños, la pérdida es irreparable y no puedo evitar estar de riguroso luto así como sentirme como si algo me hubiese arrebatado una parte de mi ser.

 

No voy a contaros aquí la historia de la Wikipedia, porque eso puede hacerlo cualquiera aprovechando la coyuntura para ganar unas visitas, ni pienso hacer un resumen exhaustivo de su vida y trayecto por sorprendente que sea, sino que lo que quiero es dejar sobre estas líneas mi experiencia con su legado y obra -o al menos parte de ella-  y cómo ésta cambió mi vida, me enseñó valores ahora en desuso pero que valen la pena, su llegada a mi conocimiento y cuánto de ello me impactó. 

Hoy, en RetroNewGames, como prueba de mi admiración y mi lamento por el fallecimiento de tan magnífico genio, os dejo una humilde y triste oda para este señor siempre sonriente y de gafas negras, cuyo talento traspasó las fronteras y, quién sabe si algún día lo hará más allá de nuestro universo, que jamás pensó que sería la celebridad que ha sido desde su primera vez tras un lápiz allá en su Nagoya natal siendo un crío, en Japón.

 Akira Toriyama

Sin duda el de ayer fue un día aciago para todos aquellos que conocíamos y vibramos alguna vez con su enorme trabajo. Sagas tan grandes y tan divertidas que no podría dejar escapar sin su mención. Doctor Slump, que en España fue conocida entre los chavales como la serie de Arale; Fly (Dragon Quest), serie que me vi en catalán cuando apenas llevaba en el 'Baix Empordà' unos días, videojuegos como Tobal nº 1 y 2 de Playstation junto a otros tan increíbles como lo eran los Tenkaichi y Budokai; Chrono Trigger para Super Nintendo o Blue Dragon para Xbox 360. Pero poco o nada si lo comparamos con la más increíble saga de todas y que todavía hoy sigue vigente y en buena forma como es la de Dragon Ball

Aquel individuo que se retrataba en algunas páginas de sus mangas como alguien oculto tras una mascarilla, fue el artífice del mayor de los presentes que a un joven (preadolescente en mi caso) le podía regalar.


 

Doctor Slump (Arale)

Genio, creativo excelente que ya durante sus primeros años de escuela dio muestras de contar con una mano y un ingenio que iba mucho más allá de lo que sus otros compañeros hacían (por aquellos años todos copiaban a otros "mangakas" y él caricaturizaba y se reía de aquello que veía), recuerdo que mi primer contacto con éste fue a través de la propia serie protagonizada por Arale durante su emisión en la TVG (Telegaita, para los amigos; una cadena autonómica de televisión en Galicia empeñada en seguir anclada en cuanto a medios en los años 90). La serie mostraba las aventuras e "idas de olla" de una población de lo más extraña y pintoresca en Villa Pingüino; donde podíamos ver desde un pájaro surcando el cielo y dando la hora hasta un extraterrestre con forma de culo que hablaba que creía que un retrete era una nave con la que viajar a su mundo, hasta un Superman un tanto paleto y torpe pasando por un doctor chaparrito y gordo que se transformaba en alguien apuesto cuando se trataba de ligar. En aquel momento, aunque la serie me parecía de lo más desternillante, ni sabía ni me había molestado en saber quién era su dibujante (cosa que tampoco me había propuesto ya que era muy joven) porque lo único que me importaba era sentarme frente a la pantalla y pasarlo en grande. Aquello que tenía delante cada tarde entre pan y Nocilla, me estaba preparando sin saberlo para algo mucho mayor.
 



Dragon Ball

Seré sincero, pero no fue hasta la compra del manga con el mismo nombre (la serie blanca y roja que pude finalizar hace unos años por unos pocos números y que os muestro en este enlace) que empecé a llamar a la saga como tal. Para mí, y para la mayoría, por no decir todos los que veíamos dicha serie de dibujos en su momento, era la serie de Son Goku en la que cada tarde (creo que sobre las seis o seis y media, si mal no recuerdo) mostraban las aventuras de lo que en unos pocos meses se convertiría en toda una revolución. Posters, fotocopias (que recorrieron toda España de mano en mano como si fuesen un reguero de pólvora cuando ni por asomo imaginábamos algo como Internet), pegatinas que brillaban en la oscuridad y el que más suerte tenía algún que otro muñeco de importación, detrás de la serie animada surgió una fiebre absoluta que sólo los que vivimos la época pudimos conocer. Con ella aprendí que podían existir los buenos amigos, que a pesar de las derrotas y aunque tuviésemos todo en contra, podíamos volver a levantarnos para nuevamente luchar. Que siempre había alguien más fuerte o malvado, o con unas intenciones ingratas, y que allí donde menos nos lo esperásemos había una nueva aventura que vivir. Fue la serie que más me marcó (con permiso de Los Caballeros del Zodiaco) y de todas las de la época la que más me aportó. Incluso durante la veintena todavía imaginaba mil situaciones y personajes paralelos trasladados a la realidad de mi barrio donde mis colegas eran guerreros y nos enfrentábamos contra enemigos tan poderosos como los del anime, y en los que creaba tramas concienzudas donde el entrenamiento y la constancia siempre estaban presentes (además, por aquellos años practicaba una variante de Kung Fu del sur) y toda una parafernalia sólo posible en mi mente e imaginación. Por supuesto que imaginaba otras historias, pues siempre he sido un tipo algo despegado del suelo, pero aquellas en las que emulaba la serie formaban parte de mi entretenimiento durante horas e incluso soñando despierto como medio de escape principal.
 
 
Videojuegos
 
De todos, y sobre todo porque fue lo primero que llegó a mis manos, fue Dragon Ball la serie que pude disfrutar cuando era un chaval. No a través de consola sino por recreativa, aunque he de reconocer que los juegos de lucha basados en la franquicia, a pesar de que me sorprendían y me permitían emular a mis personajes favorito, su control y la jugabilidad pasada la primera media hora no me llegaban a convencer. Eso de perder el suelo de repente cuando echaba a volar y el plano cambiaba, no lo llevaba demasiado bien. Sin embargo, fue con Game Cube/Playstation 2 y la saga Budokai Tenkaichi, que se convirtió en uno de mis videojuegos preferidos y al que más horas he dedicado hasta hoy. El "Gran Turismo" de Dragon Ball, con el que había innumerables de personajes contando sus transformaciones.
 

 
 
Conclusión
 
A veces pienso qué sería de mí o de mi vida si jamás llegase a existir la obra de Akira Toriyama. Un trabajo que, con los años, y pese a que en cuanto a anime considero que está algo de capa caída (puede que porque me he hecho mayor o porque no terminan de engancharme las nuevas entregas aunque sigo encantado con la serie hasta Dragon Ball Z y de vez en cuando la revivo), en el caso de los videojuegos estoy descubriendo últimamente títulos de mundo abierto que me alucinan y que estoy segurísimo que, de existir en su momento, me volverían tan loco que tendría que pestañear varias veces para poderlo creer.
 

Por siempre, hasta siempre, señor Akira, por haber existido y haber llenado mi vida y mi corazón con tanta ilusión. Infinitas gracias.