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17 de noviembre de 2016

Genital Jousting - Juego de Penes

A pesar de que últimamente mi capacidad para realizar entradas se ha resumido a casi cero (de hecho escribo esta entrada desde el móvil a la espera de un PC), he tenido que hacer uso de ésta para anunciaros la llegada del juego que a continuación paso a comentar: Genital Jousting, o "justa de genitales" que es así como se traduce, es de esas bizarradas que aunque parezcan originales hasta cierto punto, no dejan de ser idas de olla que demuestran que lo que triunfa no a veces es lo más trabajado, sino simplemente lo que más llama la atención.


Desarrollado por Free Lives y distribuido por Revolver Digital, GJ se trata en esencia de un título con carácter multijugador local u online. Ahora mismo en Early Access a través de Steam, y con un precio base de menos de 5€. ENLACE AL JUEGO.

Tal y como indica su nombre, el juego pone en nuestras manos, con todo lo mal que suena, una serie de penes con los que derrotar en diversos modos (en los que penetraremos o seremos penetrados además de surcar la galaxia) a otros jugadores en un total de hasta ocho.


Revolver por el momento ya ha liberado el tráiler, mientras Free Live ha asegurado que más adelante y dependiendo de la respuesta del público, irán actualizando el juego con nuevo contenido así como con diferentes opciones de personalización (de nuestro pene, obviamente).


En definitiva, a la espera de echarle un ojo más detenidamente y arriesgándome a la broma fácil. GJ es otra de esas creaciones que darán que hablar y no precisamente por su calidad. Eso sí, lo que más de una, y uno, se reirá con el susodicho. ¿Es este juego lo que se dice la polla? El tiempo y las ventas dirá.

Nada más por ahora mientras no me haga con él. Os dejo con unas imágenes.

30 de septiembre de 2016

¡Nos vemos en RetroBarcelona 2016! - Barcelona Games World - Agenda inside

Que sí, que el blog lo tengo olvidado y que ya no actualizo como antes. Lo sé, mis queridos amiguitos del retro y de los videojuegos en general (os recuerdo que aquí no sólo se habla de retro, aunque sí se le da muy especial importancia). Intento de alguna manera darle un empuje ya bien con alguna que otra entrada o mediante vídeos en Youtube. La culpa, como siempre, del tiempo y de la maldita pero a veces necesaria diversificación.


Y hoy voy a hablaros de mi próxima parada tras más de medio mes de asueto en el que sólo he tocado el tremendísimo Silent Hill 2 de PS2: RetroBarcelona. Sí, muchachotes, servidor se va unos días para disfrutar de uno de los eventos retro más importantes del territorio español, invitado por los amigos de GameMuseum. Los días 6,7,8 y 9 de octubre, en el recinto ferial de Montjuïc, pabellón 2, y ya en su 4ª edición, pero esta vez no por su cuenta, sino dentro del marco de la gigantesca Barcelona Games World

Y es aquí donde quiero aprovechar el anuncio para detenerme un momento.

Desde mi humilde punto de vista, y aunque a priori suene ventajoso, intuyo cierto peligro a la larga en el citado evento.



Está claro que disponer de un recinto mucho más grande que el que hasta ahora tenían (6000 m²), posibilita el aumento del número de stands y en consecuencia de visitantes. Sin embargo también es verdad que aunque serán numerosos los curiosos que acudirán para quedarse, muchos otros lo harán simplemente para hacer bulto y hasta puede que para alterar el desarrollo de este evento cultural y social. Sí, cultural, porque el retro es cultura e historia del videojuego.

RetroBarcelona, por lo que me consta ya que esta será mi primera edición, era un lugar único en el que todos y cada uno de los asistentes estaban allí sólo para y por su amor hacia lo retro. Un punto de encuentro de personas que vivieron aquellos maravillosos años por ellos mismos o por sus hermanos, quizás con un determinado punto elitista que era precisamente lo que le confería el poder de asentarse en su género y hacerlo distinto al resto. Un lugar que al hallarse como parte de algo más grande corre el peligro de verse absorbido por todo lo demás. 

una vista de una anterior edición (la de 2014)

Por otra parte el precio de la entrada. Si bien antes era algo simbólico (unos 3€) ahora el precio del resto del recinto se incluye en el mismo hasta los 12€ vía web. Bastante caro si los juegos más modernos no te interesan en absoluto o no dispones del tiempo suficiente para verlo todo. Esto echará para atrás a los que desearían disfrutar los cuatro días del recinto (el primero de ellos es sólo para periodistas y gente del medio). No es culpa de los organizadores, sino que mucho me temo que les habrán impuesto ese precio sí o sí.

Por si fuera poco, el hecho de formar parte de un todo y no disponer de baremo alguno para contabilizar el número de asistentes verdaderamente interesados (se paga en la taquilla general teniendo acceso a los 4 pabellones facilitando el paso tanto a despistados como curiosos), los organizadores de RetroBarcelona no podrán conocer de primera mano la salud de dicho encuentro. 

Y aún así quiero ir. ¿Por qué? Porque sé que me encontraré por fin con gente a la que deseo conocer desde hace mucho tiempo. Personas con la que sólo he podido compartir experiencias a través de una pantalla. Algunos de ellos en algún que otro directo, cacharreando o simplemente jugando. Porque sé que disfrutaré como un enano y que se me pondrán los dientes largos al no poder llevarme para casa todo aquello que vea a la venta. Porque allí estaré con los integrantes de GameMuseum, con la pandilla de RetroScroll, los Susos, Amicon, y muchos otros que tardaría en nombrar, y porque nada más une en el mundo del videojuego que el amor hacia lo retro. Además, uno nunca sabe lo que puede pasar y no quiero perdérmelo. Quiero formar parte y quiero estar allí. Quiero vivirlo de primera mano y traeros buen material para que lo podáis disfrutar. 

Allí nos vemos, muchachada. Pero mientras tanto, os dejo con la agenda (hacer click para verla en grande):


21 de agosto de 2016

Turno de peticiones para Gameplays en el canal de Youtube

Abro nuevo apartado en el blog, para que todos aquellos que siguen el canal de RetroNewGames en Youtube (O_Barallo_RNG) puedan hacer sus peticiones -como comentario en esta entrada- acerca de los videojuegos que se usarán en el mismo a modo de Gameplay. Y para ello voy a establecer una serie de reglas que serán "sine qua non"; es decir, inamovibles e inexcusables. 


1-Los videojuegos serán predominantemente de tipo Retro. Esto no quiere decir que no acepte jugar a títulos indie o más modernos.

2-Sólo serán posibles videojuegos que corran en mi sistema. El pobre ya tiene sus años y por el momento YouTube no me financia absolutamente nada.

3-Las partidas se jugarán por orden. Esto es: tendrán preferencia las primeras peticiones por encima de las segundas, a excepción de aquellas que sean más idóneas en el momento ya bien porque dispongo del título o bien porque corre en mi Pc o me da menos problemas.

4-Todos los juegos de consolas se emulan. Juego preferentemente en Pc y no dispongo de medios para pasar el juego al equipo. Si a alguien esto le parece un engorro, tiene un apartado de donaciones muy mono aquí para hacerme con una capturadora, el juego, y la consola de marras :)

5-Me reservo el jugar en Directo o mediante edición alguna de las peticiones, y por un simple motivo. Tengo una conexión con una tasa de subida muy lenta y según la velocidad y calidad técnica del juego algunos de ellos se pixelan en demasía. Ejemplos como Skyrim, Dark Souls y juegos por el estilo, no tienen lugar en un directo ya que la calidad de visionado sería infinitamente pobre y por ende repercutiría en la experiencia del espectador. Otros como los de tipo retro, indies, y juegos con un scroll no demasiado rápido, son excelentes para los Directos. El resto, mediante edición.

6-Si haces una petición, esfuérzate al menos en estar presente o echarle un vistazo. No sería la primera vez que alguien hace una petición y luego no le interesa. Puedo picar una vez, pero si el juego no me gusta o no me interesa, se muere en el primer vídeo y lo entierro directamente.

7-Tendrán preferencia también aquellas series más pedidas por los usuarios. Aunque aquí todo el mundo es importante, obviamente tendrá más fuerza aquel juego que sea reclamado por una gran cantidad de usuarios.

8-Y muy importante: acepto jugar a las peticiones pero también es mi deseo jugar a lo que a mí me apetezca. Esto es inamovible. Yo también en un momento dado querré alternar con juegos que sean más de mi gusto, que me apetezcan, o que por diversas razones deban jugarse en un día concreto (porque está de moda, porque acaba de salir, etc,etc,etc).

9-Paciencia: tengo una vida y muy poco tiempo, así que no desesperéis si vuestro juego no llega, porque llegará.

Y por el momento, nada más. Muchas gracias.

18 de agosto de 2016

En el paquete: Enduro Racer para SEGA Master System

Aunque el título que rubrica esta entrada ya había visitado las páginas de este blog en un análisis conjunto entre sistemas, ---Enduro Racer versión PAL--- formaba parte de esa colección de clásicos de SEGA Master System que, por diferentes motivos, había podido jugar cuando era un chaval pero que no ocupaban espacio en mi estantería. Hasta ahora.

calentando motores

El paquete llegó esta misma mañana desde Reino Unido y en perfectas condiciones (podría decirse que como nuevo). La disputa se llevó a cabo entre un vendedor español y un jugador del mencionado lugar. Nunca me cansaré de decirlo, pero a los vendedores españoles en cualquiera de las webs más conocidas de ventas online se les ve ampliamente el plumero; no sólo por el engorde del precio final sino por el estado mediocre en el que se suelen encontrar los artículos. Con lo que la decisión final fue bastante fácil.

el "paquete" del inglés

Como podéis observar bajo estas líneas, el juego se halla en un estado impecable salvo por algunas dobleces lógicas de uso en el manual y marcas en la caja. Y he de decir que me ha traído gratos recuerdos. Esta versión la pude disfrutar en el momento de su salida aunque entonces era un auténtico desconocido para mí. Apenas un par de días y sin embargo me entretuvo de tal manera durante ese pequeño lapsus de tiempo, que siempre tuve en mente la idea de hacerme con él (y han tenido que pasar décadas para hacerlo).

He decidido hacer las pruebas en el monitor que uso normalmente en PC, (y al cual también le dediqué una entrada por estos lares) por simple y pura comodidad.

¡Bienvenido a casa!

Para todos aquellos que quieran saber más sobre este juego y su versión de 8 bits, os adjunto un enlace en este mismo blog. 

Enduro R. insertado en mi Master System 2.

¡está vivo!¡¡VIVO!!

Os dejo con unas imágenes.





1 de junio de 2016

Relato: La caja de Temeris

Después de tanto tiempo sin crear una nueva entrada, hago acto de presencia otra vez recomendando la lectura del apasionante relato que os traigo a continuación. Una pequeña obra de manufactura absorbente y con sorprendente final que estoy más que seguro de que a muchos de los lectores de este blog en especial os gustará. Creado por Ivan Rodríguez, alias Klive69 (podéis acceder a su cuenta de Twitter para, si os ha gustado, rogarle una segunda parte), amigo, hermano, compañero de mil batallas e historias además de ser un gran apoyo personal. 

Con todos vosotros...


La caja de Temeris


Por Iván Rodríguez


Hacía calor. Temeris deambulaba solo, como de costumbre, entre aquellas extrañas máquinas de los antiguos dioses. Le gustaba imaginar esos misteriosos artefactos funcionando, tal y como debieron haberlo hecho en su día, impulsados por una fuerza desconocida que les hiciera cobrar vida. A menudo, entre sus vetustos y silenciosos compañeros, solía preguntarse en voz alta para qué servirían.
Era allí, entre cientos, tal vez miles de los ya familiares restos metálicos, donde dejaba volar su imaginación y recreaba en su primitiva mente los tiempos de esplendor de aquellos seres superiores.

Pese a su analfabetismo, Temeris era un muchacho inteligente. En su tribu le consideraban alguien realmente habilidoso, incluso presumía ante los chicos de su edad de los artilugios que inventaba. "Cuando sea mayor y tenga mi propia tribu, enseñaré a todos a fabricar las mejores trampas" solía fantasear cuando las deliciosas ratas caían en sus ingeniosas y mortales ratoneras y, sonriente, las despellejaba mientras el fuego humeaba expectante.
Pero esa mañana salió bien preparado de su choza, había comido bien. Las ratas y otras deliciosas presas no eran ahora su prioridad, tan sólo llevaba un poco de agua sin contaminar en una especie de cantimplora de piel que su madre le había cosido con las púas de un cactus. Y es que eran afortunados por vivir cerca de aquel pozo tan profundo; todos sabían qué te ocurría si bebías agua de la superficie, y no era plato de buen gusto para nadie. En una ocasión, un niño de la tribu aún inexperto en las lides de la supervivencia en aquel traicionero mundo, bebió agua del riachuelo que pasa al este del poblado; murió al cabo de una semana, y su sufrimiento fue tal que sus propios padres, antes del inevitable desenlace, tuvieron que tomar la decisión de llevarlo al chamán, quien le tuvo que dar el brebaje que le daban a los desahuciados. Todo esto lo vio, él, así que nunca salía de casa sin agua pura, el bien más valioso en aquellas tierras de un ocre onírico y aplastante. 

Así que ataviado con sus sandalias de mamerot -una especie de mamífero peludo, gruñón y maloliente que brindaba a sus dueños unas pieles duras y flexibles al mismo tiempo- la barriga bien llena de sus despistadas presas, con agua pura y refrescante y su inseparable lanza, esa mañana decidió que iría a explorar las tierras del sur, hogar de los antiguos dioses. 
Su padre siempre le prohibía ir, pero Temeris estaba decidido a descubrir algunos de los secretos de sus antepasados, como empujado por una sed de conocimiento, no obstante, ajena a su ser, ya que en su tribu eran gentes ignorantes, sencillas y supersticiosas. Vivían el día a día, se dejaban llevar y mecer por una existencia dura y cruel, como si supieran que su vida fuera el castigo por algo. Pero Temeris era diferente, sabía que si averiguaba cosas del pasado podría ayudar a su gente en el futuro, y era en esos momentos cuando en su inocente mente bailaban las preguntas: ¿Quedaría algún dios aún vivo? ¿Podría averiguar para qué servían las máquinas y así utilizar esa magia para ayudar a su gente? Y es que Temeris era un soñador, algo que le hacía más libre que el resto de sus congéneres que, como los animales, normalmente se regían por impulsos e instintos.


En ocasiones al atardecer, cuando quería estar solo, se sentaba en lo alto de una vieja estructura y observaba las presencias del pasado; restos ásperos y de color cobrizo que parecían brillar igual que la sangre oxidada y, entonces, creía oír a los cadáveres de la antigüedad susurrarle con lamentos metálicos. Aquella destrucción, pensaba, que se llevó por delante a los dueños de las máquinas debió ser de una potencia descontrolada, pues ellos eran poderosos y sabios.
Lo que Temeris no sabía era que la desaparición de los supuestos dioses fue ocasionada por su propia mano y obra, algo que el muchacho nunca podría llegar a descubrir. Pero esa es otra historia…


Así que inmerso en sus pensamientos emprendió camino hacia el sur, donde ante sus ojos se abría un paisaje monótono y repetitivo donde tenía la sensación de que nunca avanzaba.
La gente del poblado no solía aventurarse nunca en esa dirección, pues estaba El Bosque de Piedra, un lugar donde la desgracia podía acecharte en cualquier dirección, pues al caminar entre las gigantescas estructuras erguidas por gigantes, las rocas caían a tu paso, como queriendo ocultar con vergüenza lo que allí ocurrió. Pero él, decidido y aventurero, no temía a las rocas que caían ni a los sonidos que el viento inventaba entre los angostos pasadizos.
Ya casi al mediodía, después de caminar pesadamente durante unas horas, llegó al Bosque de Piedra, un bosque que no era sino los restos de una ciudad. El chico, acostumbrado a los rudimentarios materiales que vestían sus sobrios habitáculos -que no eran otros que barro, madera y pieles de animales para evitar la filtración del agua- observaba maravillado aquellas estructuras tan diferentes, hechas de piedra sólida y otros materiales que no llegaba a identificar. Estaba claro que había hecho falta una magia, pensaba, muy poderosa para levantar aquellas moles que ahora descansaban caóticamente en todas direcciones. Tan sólo las más robustas conservaban la verticalidad, y en la mayoría de ocasiones no eran más que muros o arcos, esqueletos sin más de hercúleas obras hechas por los dioses.
Ignorando los peligros y advertencias de sus mayores serpenteó entre las desdibujadas avenidas, buscando algo que le llamara la atención; algún recoveco donde introducirse, algún artefacto que, casualmente, se hubiera salvado de la debacle… pero no encontró nada. En ocasiones emergían de entre las rocas placas metálicas de un material parecido al de las máquinas de la llanura, pero que contenían unas inscripciones, o dibujos, ilegibles para Temeris. Eran líneas, curvas y puntos que caprichosamente se parecían a los dibujos que su gente hacía en las rocas cercanas, donde representaban o señalizaban precariamente algún peligro.

Ya con el sol iniciando su viaje de descenso hacia el ocaso y después de recorrer palmo a palmo las ruinas, decidió rebuscar, siempre de forma inquisitiva, los aledaños, ya que la destrucción parecía menor a medida que se alejaba de la masa homogénea, que había enterrado para siempre sus secretos. Caminó, y a medida que se alejaba de las ruinas la destrucción dejaba paso a la monotonía del vacío. Sabía que cuanto más se alejara, más posibilidades tenía de encontrar algo que hubiera pasado desapercibido para los antiguos exploradores de su tribu que, en contadas ocasiones, hicieron incursiones para buscar alimentos o pertrechos por aquellos lares hacía muchas generaciones. Así que impulsado por esa curiosidad y obviando muchos de los peligros que se acentuaban a cada paso que daba en dirección contraria a su hogar, se encaró a un antiguo camino, negro como el pelo de su cabeza y tan duro como la obsidiana que expulsaban los volcanes del norte, que en más ocasiones de lo deseable sangraban las entrañas de la tierra.
Anduvo largo rato caminando sobre el agrietado y oscuro suelo y vislumbró lo que parecía el final del camino. Podía ver una estructura a lo lejos que, puede que debido a su baja altura, se conservaba en mejores condiciones que el resto de lo que había visto hasta ese momento; decidió que sería allí donde empezaría una nueva búsqueda.
Al llegar, frente a él, un gran arco que todavía seguía en pie le daba la bienvenida, a cuyos pies descansaba una puerta de metal retorcida y semi enterrada. Cruzó el umbral y miró en derredor, donde algo inmediatamente llamó poderosamente su atención…
Era un recinto, una vez más hecho añicos, rodeado por un muro de piedra ancho y bajo. En el suelo una colección de trozos de roca blanca salpicaba todo uniformemente. En algunos fragmentos podían verse restos de inscripciones o dibujos, en otros sin embargo, demasiado pequeños, el tiempo había borrado su identidad y cometido. Todo estaba demasiado dañado como para sacar algo de provecho… todo excepto una modesta figura rectangular bajo un gran árbol, seco hacía demasiado y que cobijaba una estructura que, por el motivo que fuese, tal vez por la protección del árbol o tal vez por la bendición de los dioses, se conservaba aparentemente intacta. 
Se abrió paso hasta su objetivo pasando por encima de estructuras similares, aunque rotas y llenas de arena y polvo, y llegó bajo el gran árbol. Ante él, una piedra lisa y brillante como nunca antes había visto le mostraba de nuevo, bajo una generosa capa de suciedad, las inscripciones hechas por líneas y puntos. La parte superior, tan perfecta que sólo podía ser obra de los antiguos dioses, proyectaba un aura blanquecina que contrastaba enormemente con el omnipresente y sempiterno ocre. Pasó su callosa mano por la superficie, estudiando detenidamente cada detalle; líneas, puntos, líneas y curvas. Deslizó sus manos hacia los laterales de la estructura y atisbó una separación, una finísima grieta que parecía dividir en dos aquel en apariencia sólido rectángulo. Temeris, que nunca había visto un contenedor de esas características, comprendió que aquello ocultaba lo que sin duda había estado buscando.
Con una sonrisa que dibujaba en su cara una mezcla de nerviosismo y satisfacción, buscó entre la uniforme alfombra de escombros alguna cosa que le sirviera para abrir la cámara de otro tiempo. Se acercó corriendo a la entrada, donde había visto bajo el arco un “palo” de metal grueso y resistente, que en su día conformaba la puerta de acceso. Separó el barrote del ya inútil enrejado y, con una roca, aplanó el extremo con el fin de introducirlo en la estrecha grieta que separaba las dos partes de la cámara. Metió el extremo plano en la fina rendija y con todo el peso de su cuerpo tiró hacia abajo hasta que, poco a poco, fue cediendo. Una vez la hubo desplazado lo suficiente apoyó sus manos en los bordes y, casi en posición horizontal, puso sus musculosas piernas sobre el anciano árbol. Empujó, gritó y crujió la casi petrificada madera bajo sus pies, pero logró tirar al suelo la pesada losa y dejar al descubierto el contenido del rectángulo ¡se trataba de un esqueleto! Tan antiguo y descarnado que casi parecía aséptico. Vestía ropas negras y sujetaba entre sus huesudas manos una caja; una caja extraordinariamente bien conservada hecha de un material desconocido y de formas y bordes perfectos. La caja, rectangular y de color negro, de unos cinco centímetros de grosor, mostraba en su frontal un dibujo que Temeris, esta vez sí, supo identificar: se trataba claramente de un guerrero. Aunque torpemente representado, aquel dibujo no dejaba duda alguna sobre lo que trataba de plasmar, pues su pose claramente agresiva era la de alguien que se disponía a luchar. Encima del guerrero, nuevamente, las extrañas inscripciones. 
Con gran respeto Temeris separó los entrelazados y esqueléticos dedos con un crujido doloroso, como si la osamenta, después de demasiados años para ser contados, lamentase separarse de la caja que asía. 
Fascinado, estudió la misteriosa caja que a su vez, guardaba algo en su interior. La abrió con cuidado y de dentro cayeron dos objetos. Uno de ellos era un rectángulo negro azabache y con motivos rojos. El otro una especie de pergamino que parecía hecho de hojas de árbol, blancas como la nieve pero demasiado perfectas para ser tales. En ellas estaban representados mediante dibujos y las ya habituales ilegibles inscripciones, las aventuras del guerrero. Se le mostraba saltando, luchando contra criaturas abominables y, curiosamente, montado en algunas máquinas muy similares a las desvencijadas masas metálicas que sembraban el familiar paisaje cerca del poblado. Emocionado como nunca antes, se guardó su ansiado premio con todo su contenido y se acercó a la tumba del guerrero. Sacó su lanza, la clavó en el suelo y mientras imaginaba a aquel imponente dios del pasado luchando ferozmente, protegió el cuerpo como pudo con losas más o menos manejables que encontró cerca. Se giró, con el corazón desbocado bebió agua de su cantimplora y emprendió el viaje de regreso, tan emocionado e inmerso en fantasías de tiempos pretéritos que llegó casi sin darse cuenta a los aledaños de su poblado, donde se dirigió sin pensarlo a la choza del chamán. 

Invadido por la alegría y el nerviosismo propios de su edad, Temeris se posicionó ante la puerta de la cabaña, respiró hondo y entró. El chamán, que estaba de espaldas a la entrada, se giró para recibirle

-¿Qué es lo que quieres, joven? Deberías decirle a tu padre que...
-¡Maestro, he encontrado un artefacto! ¡Parece el relato de las hazañas de un gran guerrero! Mire, dentro de esta caja hay una historia, como las que usted nos cuenta, pero dibujada en algo que no sé muy bien qué es. No son hojas de árbol, ni piel de animal. También está esta caja negra ¡Mire cómo brilla!
-¿Dónde la has encontrado, Temeris? 
-Más allá del Bosque de Piedra, a muchas horas hacia el sur.
-¿No sabes ya que esas tierras son peligrosas? Nunca nos acercamos por allí. A los antiguos dioses no les gusta que hollemos sus dominios.
-¡Pero, yo he encontrado la tumba de un guerrero…y era preciosa! ¡Blanca como la arena al sol y tan lisa como la piel de una mujer!

Y mientras Temeris explicaba al chamán su viaje y su hallazgo, el viejo cogió la caja, la estudió a conciencia y la abrió, pero ni siquiera sus años, su experiencia y su poder arcano alcanzaban para explicar qué era aquello y cuál era su propósito. 

-Deberás dejármelo hasta mañana, consultaré a los dioses y, si somos merecedores de saberlo, nos dirán qué hacer con ello. Ve a descansar.

Temeris, un tanto decepcionado por no haber encontrado nada útil, al menos de momento, para los suyos, volvió a su hogar donde su padre le esperaba intranquilo y furioso por tan larga -y no autorizada- ausencia.
Era tarde, muy tarde. Aguantó estoicamente la reprimenda y minutos después se recostó sobre su cama, hoy más cómoda de lo habitual debido al cansancio. Sin darse apenas cuenta cayó en un mar de sueños, donde veía criaturas con cabeza de rana, escorpiones gigantes y otras criaturas que caían bajo el poder del guerrero, que luchaba valientemente para... ¿tal vez salvar a los suyos de la destrucción?
Pero antes de que el sol anunciara un nuevo día y pese a su febril descanso, se levantó y se dirigió impaciente a la cabaña del chamán, quien ya estaba despierto, junto al fuego

-¿Alguna noticia, señor? 
-Me temo que no, mis consultas a los dioses no han obtenido respuesta. Es posible, Temeris, que no estemos preparados para este conocimiento o que aún no seamos dignos. Esperaremos con paciencia hasta que los conocimientos que guarda esta misteriosa caja nos sean revelados. Avisa a tu padre, dile que reúna a todos en el santuario. 
Y Temeris corrió a avisarle, pues su padre era el jefe y sobre él recaía esa responsabilidad. 
Una vez se encontraron todos en el santuario, donde rezaban y depositaban sus ofrendas, el chamán entró con la caja en las manos. Iba ataviado con su traje ceremonial de pieles de animales y, en la cara, lucía un mosaico de pinturas que hacían con polvo de piedras y grasa de animal. Se posicionó en el centro; todos, alrededor del altar, conformaban un semicírculo. Temeris estaba justo delante del chamán, quien después de explicar su hallazgo y confirmarlo como un digno sucesor de su robusto padre, alzó la caja por encima de su cabeza para que todos pudieran observarla y, con un gesto ceremonioso en su agrietado rostro la colocó en el altar. Se retiró en silencio y antes de salir dijo:

-Esperemos que algún día podamos volver a disfrutar del conocimiento que esconde la caja. 

Y una vez cada uno hubo vuelto a sus quehaceres diarios, en el interior del solitario santuario brillaba una tenue tea, que con sus relampagueantes destellos iluminaba unas palabras que ya ninguno de aquellos supervivientes podía recordar, y que decía así:


25 de marzo de 2016

Descargas: Manual Juegos Reunidos Geyper

Gracias a Beatriz La Gran Estrella, quien ya en su momento me ayudó a completar la serie de el manual para videojuegos de tipo magnético Chico, hoy os puedo traer la descarga de otro gran clásico de las reuniones familiares y amigos. El manual de los Juegos Reunidos Geyper; aquellos que tenemos ya cierta edad disfrutamos de los originales en casa, un conocido compendio de juegos de mesa famoso sobre todo en los años 70 y 80.


Para todos los que por la suerte que sea, hayan perdido el manual o al suyo le falten páginas, aquí tenéis listo para su descarga el archivo correspondiente a las versiones de 35, 45, 50 y 55 juegos. Gracias Beatriz, de corazón. Sé lo que te ha costado reescribirlo y es un trabajo que hay que reconocer.

Descarga del Manual:

Juegos Reunidos Geyper

¡Hasta la próxima!


*Actualización 13 de agosto 2020.

Como compendio al citado manual aquí presente y sin eliminar su enlace, incluyo también bajo estas líneas una revisión realizada por Alfonso (sé que no quería menciones, pero al César lo que es del César) basándose en su propia edición de 25 juegos y sobre el que en su día elaboró Beatriz "La Gran Estrella". Nos avisa, además, del hecho de que falta la imagen del tablero número 12, por su dificultad para encontrarlo. 

Muy, pero que muy agradecido.


*****Aviso de 28 de enero de 2021***** 

SE BUSCA:

Tableros Ilustrados de Karpa

Se gratificará con un enorme saludo, diversas menciones... y tendréis la posibilidad de rebajar vuestro mal karma ayudando a los visitantes de esta misma entrada en el blog...

Ahora en serio, somos ya unos cuantos los que estamos buscando los tableros ilustrados por karpa (podéis verlo en los comentarios) sin éxito alguno. Es por ello que desde aquí hago un llamamiento para que alguien caritativo y con mucha paciencia pueda escanear lo que pueda y enviarlo al correo electrónico disponible en el cajetín de comentarios. Cualquiera de ellos, de la serie que sea, será muy bien recibido y subido para que todos los amantes de este tipo de juegos lo puedan disfrutar. 

Uno de los tableros de Karpa. 


29 de febrero de 2016

GameGear System: un sorprendente híbrido ochobitero de SEGA

Modificaciones de los más variados sistemas existen y siempre existirán (desde la primera Psx hasta Dreamcast, pasando por algunas tan llamativas como la del famoso R2D2 con circuitería de Pc en su interior). Revisiones algunas oficiales, mientras otras son desarrolladas por los más ambiciosos y curiosos usuarios, quienes desde siempre nos han dejado bien claro en este mundillo que aquí no puede el que no quiere sino el que no lo intenta. 

Tremenda esta GameGear System

Y es aquí donde traigo a la palestra, como buen aficionado a la vieja máquina de SEGA; mi queridísima Master System, una de las más curiosas reinterpretaciones de una consola, y que pasa por convertir un sistema portátil como es la Game Gear a otro de sobremesa. Algo bastante curioso si tenemos en cuenta que tanto compañías como aficionados siempre han intentado hacer lo contrario: Ps2/ps2 slim, psx/psone/ versión portátil con pantalla y así hasta un largo etcétera.

El siguiente proyecto está tan completo y se ve tan bien que incluso asusta, además de ser totalmente funcional. Cualquiera diría que podría tratarse de un producto manufacturado de manera industrial y oficial. Desde los mandos hasta su embalaje, todo está dispuesto de un modo sorprendente. Creado hace algunos años aunque yo lo he descubierto ahora por casualidad. Una consola diseñada por un jugador japonés y que podría tratarse de una máquina híbrida entre Game Gear y Master System. Recordemos que la potencia de ambas máquinas es muy similar, trasladando toda la magia de la negra de sobremesa a una consola portátil con menor resolución pero con una paleta de colores bastante mayor. 

Aquí podemos apreciar la diferencia de tamaño. 

Como rezan las imágenes y gracias a la información recabada, he sabido que según parece este joven japonés se hizo en su día con dos Game Gears y decidió modificarlas, añadiendo salidas RGB, eliminando las pequeñas pantallas tan características, e incluyendo un conector para mando y además un rediseño de su carcasa casi calcado de las viejas Master System.

Y el resultado no puede ser más alucinante (yo sigo embobado viendo las imágenes y me he enamorado del pad). Un rediseño realmente concienzudo y que además del evidente cambio estético también ha obligado al muchacho a pasarse largas horas de fin de semana soldando y modificando la placa para dotarla de todas las ventajas del sistema de sobremesa. 

el pack al completo y con su manual. 

Podéis ver en las fotografías que hasta se ha "currado" el embalaje, además de incluir también un adaptador de cartuchos de Master System para que funcionen con su resolución nativa en la consola. 

Os dejo con el resto de imágenes que he podido conseguir en la red y no me digáis que no tenéis ganas de haceros con una. 

 vista trasera con las tomas RGB
 el mando me tiene enamorado con su color azul y el nuevo botón.
 el diseño es compacto y goza de gran detalle.
 mejor no pensar en todo lo que ha tenido que soldar el chaval...
 mando, cable y adaptador para juegos de MS original. 
 en formato slim
el embalaje está muy logrado; al estilo de la época. 

16 de febrero de 2016

Tutorial: Instalar y reconocer cualquier Joystick o Pad en Ubuntu (Linux)

Lo que para usuarios de Windows es algo harto sencillo, para aquellos que prefieren asomarse al lado oscuro de los sistemas operativos es poco menos que un quebradero de cabeza. Linux -en este caso la distribución de corazón Ubuntu- suele traer herramientas que nos hacen la vida un poco más fácil, aunque en ocasiones eso no es posible y lo único que nos queda es tirar de terminal. En esta entrada voy a enseñaros cómo instalar y hacer reconocible cualquier mando, Joystick o Pad en Ubuntu, o al menos la mayoría.


*Tened en cuenta que necesitamos para ello una conexión a Internet.

Pasos: (comprobado con mi mando de PSOne con adaptador USB, el cual se negaba a funcionar)

1-Lo primero que debemos hacer es abrir una terminal y actualizar con:

sudo apt-get update

2-Ahora instalamos los paquetes necesarios con:

sudo apt-get install joystick

3-En caso de que hayamos instalado un joystick necesitamos calibrarlo. Si es un pad podremos omitir este paso:

sudo apt-get install jscalibrator

4-Conectamos el mando, pad o Joystick, esperamos unos instantes y volvemos a la terminal para asignarle un lugar en el sistema. Si tenemos más de un controlador cambiaremos el cero por un 1, un 2, y así sucesivamente.

sudo chmod 666 /dev/input/js0

5-A disfrutar.

Hasta la próxima entrada. Gracias por pasaros y recordad que el blog cuenta con un canal de videojuegos en Youtube.

*Actualización junio de 2020: he estado investigando y algunos problemas también se solucionan añadiendo un nuevo repositorio:

sudo add-apt-repository ppa:mdeslaur/steamos


      

26 de enero de 2016

Tutorial: Solucionar el fallo de sonido de Kega Fusion en Ubuntu - Linux

Para aquellos que desconozcan la funcionalidad de Kega Fusion (de qué se trata, en definitiva) deciros que es uno de los emuladores para videojuegos de SEGA más optimizados y compatibles que ahora mismo existen. Sus funcionalidades son tan extensas que se gana de calle incluso al aficionado más exigente. De hecho podemos correr sobre él roms tanto de Master System, como de Megadrive, Game Gear y hasta SEGACD.


Sin embargo a veces, y sobre todo en sistemas como Linux (en el caso de este tutorial, Ubuntu), el programa sufre de ciertos problemas a la hora de rendir como se merece y con un mínimo de calidad. En este tutorial voy a hablaros de un fallo de sonido bastante común, y que consiste en que o bien no tenemos sonido en el emulador o bien el resultante es un compendio de chasquidos e interferencias que hacen imposible el disfrute del juego tal y como se concibió. 

*Nota/Actualización 17/08/2019: Acabo de hacer una entrada dedicada a la instalación de tanto emulador como libreríasAquí

Se sabe que no todos los equipos disponen del mismo tipo de driver o chip de sonido, así que intentaré poner las dos opciones posibles y pasos que el usuario deberá probar.

1- La primera es bien sencilla y consiste tan sólo en descargarse las librerías necesarias desde la propia terminal.

*Insertamos el comando siguiente en la terminal y pulsamos enter:

sudo apt-get install libglu1-mesa:i386 libgtk2.0-0:i386 libasound2:i386 libsm6:i386 libmpg123-0:i386 libasound2-plugins:i386

2- Ejecutamos de nuevo el emulador.


En caso de que todavía no tengamos sonido nos queda otro paso también importante:

3- Buscamos la carpeta que contenga el emulador y abrimos con cualquier editor de texto el archivo Fusion.ini

*Aquí buscamos la línea "AlSADeviceName" (o el chip de sonido correspondiente que estemos usando) y cambiamos Plughw por Default o viceversa. Existen sistemas que irán correctamente con una u otra forma. En el mío en concreto tuve que cambiar la opción por defecto.

4-Ejecutar.


Una vez disfrutemos ya de un sonido en condiciones podremos mejorar este activando la opción SuperHQ con la que obtendremos alta calidad.

Espero haberos ayudado. Un saludo y muchas gracias por pasaros.

19 de enero de 2016

Descargas: John Romero realiza un nuevo nivel para el clásico Doom, 20 años después

Estrenamos entrada y año con una buena noticia para los que somos amantes de los clásicos shooters con olor a viejo. Doom, el considerado padre de los Fps y título incombustible a pesar del paso del tiempo, ha recibido este pasado 15 de enero un nuevo mapa para deleite de sus seguidores.


Pero lo destacable no es eso, ya que todavía se siguen creando mapas a cargo de unos cuantos nostálgicos. Lo sorprendente es que además de tratarse de un Remake del mapa E1M8 (The Phobos Anomaly); último nivel del primer episodio de Doom y que forma parte de la versión shareware del juego, éste ha sido creado por el mismísimo John Romero, quien ha tenido a bien compartir en las redes dicho archivo para que todo el mundo lo pueda disfrutar. Como curiosidad cabe destacar que este nivel en concreto fue uno de los que el diseñador y programador nunca realizó.

He de decir que el nivel está bastante bien construido aunque guarda en esencia el diseño del original. En mi caso lo he probado con dos mods como GzDoom y el brutalísimo Brutal Doom, del cual tenéis un análisis en este mismo blog, con lo cual no podría deciros si su dificultad está bien medida o no por los cambios introducidos por los propios mods. De todos modos la inclusión de dos Baron of Hell al final del mismo hace que el final sea harto complicado por necesidad.

Os dejo con un gameplay y un enlace para la descarga del propio mapa. Mapa que os recuerdo, debe estar en el directorio base del juego desarrollado por ID Software.



Descarga: E1M8