Xogo Indie - Análisis: Star Overdrive (PC) - Rpg, mundo abierto, algo de Zelda y mucha velocidad

¿Qué saldría de mezclar un Zelda 3D con el clásico Tony Hawk's Skater Pro? 

Averigüémoslo con lo último de los italianos Caracal Games, estudio con bastante experiencia a sus espaldas (una década como compañía) y con sede en la ciudad del Coliseo Romano y el Foro del mismo nombre. 

Star Overdrive

Con este nombre nace la nueva propuesta distribuida por Dear Villagers y desarrollada por la compañía anteriormente citada, y que está disponible en plataformas tan dispares como Nintendo Switch (la original desde abril de este año y que se anunció en el 'Direct Partner Showcase' de 2024), y desde hace días -desde este pasado 19 de junio, en Xbox Series X, Playstation 5 y PC. Un videojuego de velocidad y mundo abierto o 'sandbox', que si bien no rompe ni revoluciona el género, aúna características suficientes como para coger impulso -nunca mejor dicho en este juego- agarrar los clásicos y añadirle un estilo propio y personalidad. Por decir dos de los pesos pesados más característicos y de los que recoge gran parte de su legado, podemos hablar de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, o el mismísimo clásico de Playstation: Tony Hawk's Skater Pro. 

Star Overdrive - Estas cintas de casette tendrán toda la información del juego.

Nota: 🔊Un videojuego que me ha atraído no sólo por su aspecto gráfico sino por su atrayente velocidad y fluidez. Y que va en equipos modestos, ya dicho sea de paso, aunque con drivers antiguos de Nvidia y respecto a DirectX 12, puede que no se ejecute del todo bien. 

Pero pasemos al juego, que ya estamos tardando...

Star Overdrive - El parecido con The Legend of Zelda: BotW, es más que evidente.

Historia:

La historia de Star Overdrive no es de las más originales y elaboradas dentro de su género. Sin embargo, la recompensa de reunir los elementos que la componen resulta notablemente más satisfactoria a comparación de otros títulos similares. Buena parte del atractivo radica en ir descubriendo poco a poco cada detalle de esta, mediante interacciones e imágenes, representaciones holográficas y cintas (de casette). Un enfoque sutil pero efectivo, donde además de desentrañar los dos grandes interrogantes como encontrar a determinado personaje o descubrir por qué el planeta se encuentra así. Se suma además un componente misterioso y oscuro que lo envuelve casi todo, aunque finalmente el argumento recaiga obviamente en el personaje principal: Bios, un joven que no dice ni pío —como el bueno de Gordon Freeman— quien mientras se encuentra en su nave jugando a un videojuego recibe un aviso entrante de Nous; su novia, desaparecida en extrañas circunstancias mientras se encontraba realizando un trabajo en el planeta Cebete para la corporación Upward Corp. Dicho y hecho, acudimos en su ayuda acercándonos a su atmósfera, pero en el momento en que entramos en la línea de órbita para el aterrizaje, un proyectil enemigo nos hace caer. Empezamos así esta aventura en un mundo inhóspito y de amplios espacios, acompañados de la tabla de nuestra novia (un HoverBoard que acude a nosotros), defendiéndonos en todo caso de los enemigos gracias al Keytar, nuestra arma principal. 

Star Overdrive - Así empieza todo. A lo Terminator. Bueno, no... Eso es lo que nos salva de la torta.

Gráficos:

Es evidente que una vez dejamos el menú del juego a nuestra espalda, las similitudes con The Legend of Zelda: Breath of the Wild son más que notables y razonables, tanto en colorido como en estilo. Los entornos son impresionantes sobre todo en cuanto a tamaño, además de tener una apariencia limpia y unos efectos de luces y aspecto cell-shading, llegando hasta unas cotas de un muy alto nivel. Tengamos en cuenta que se trata en realidad de un videojuego relativamente modesto y desarrollado por un estudio pequeño europeo (12 personas de momento), pero con un mimo y grado de detalle que, si bien no es un juego perfecto y los hay mucho más ambiciosos, para ser un título de mundo abierto es más de lo que normalmente un videojuego indie suele ofrecer. Mapas extensos, movimientos fluidos sin apenas bajones de imágenes, paisajes en ocasiones algo desolados pero que cuentan con una gran ambientación. Todo mientras nos internamos al máximo de velocidad que dé nuestra tabla entre los restos de naves y lo que posiblemente sean ruinas extraterrestres de una extinta civilización. Detalles que tampoco están exentos de sus propios problemas, como el que las texturas luzcan un poco simplonas para videojuegos de temática más moderna, pero que en el fondo sirven de excusa para la temática retrofuturista con la que cuenta Star Overdrive. Sin mencionar las salidas a escritorio (en PC), y los problemas que dan algunas tarjetas más antiguas de Nvidia bajo DirectX 12. En mi caso y para hacerlo funcionar he optado por buscar unos drivers genéricos no oficiales. 

Podéis ver en la siguiente imagen que, aunque no es lo más puntero en pleno 2025,  el apartado gráfico sigue siendo muy atractivo. 

Star Overdrive - Espadazos, lucecitas y volteretas. No, no es Zelda.

La distancia de dibujado es más que correcta, pese a que tanto los fondos que se difuminan como las texturas aparentemente lisas, bajan quizás un poco el listón de lo que uno se espera al pensar en un juego de última generación. Aún así la sensación de encontrarnos en un mundo vivo y enorme es constante, aunque para crear ese aspecto el juego tira de mazmorreo, además de contar con un aspecto retrofuturista limpio y nítido, que los más veteranos jugones y entrados en años agradecerán. Recuerda en cierto modo a los años 70 y 80 con las portadas "hippies" de grupos de rock sinfónico, carne de Woodstock, con ligeras reminiscencias a grupos como Pink Floyd, series anime como Lensman, o cómics hispanos como los clásicos Cimoc, donde los mundos distópicos y las estructuras geométricas en planetas y llanuras abandonadas con naves caídas y dunas interminables, están a la orden del día. Apocalipsis y soledad.

Star Overdrive - Nuestra amada, y para queja feminista, otra vez en peligro.

Los enemigos, dejando primero de lado a nuestro protagonista, son también extraños y acordes a la temática del videojuego, excelentes en cualquier caso, aunque son aquellas criaturas más grandes las que se llevan la mejor parte en el total. Algunas con un diseño de índole extraterrestre, aunque donde sí se han esforzado es en Bios y su manejo sobre el HoverBoard, luciendo un aspecto artístico muy considerable, con movimientos "realistas" y acrobacias imposibles, sin olvidarse de los movimientos típicos cuando nos bajamos del aparato y continuamos a pie. 

Star OverDrive - Si me apuráis, hasta tiene sus momentos "Racer" de Star Wars.

El resto de los efectos son también muy decentes y tienen un buen detalle, como las partículas de polvo, las sombras de nuestro personaje, y sobre todo aquellos que tienen que ver con los líquidos, los reflejos y la iluminación. Es bastante curioso comprobar cómo, pese al aspecto decadente del planeta, el juego cuenta con unos colores tan vivos y una claridad tan notable, que la índole pesimista y oscura sólo se atisbe en los elementos del paisaje y no en la ambientación general. 

Star Overdrive - En ocasiones nos encontraremos con algunos elementos con los que interactuar. 

Sonido:

Donde también destaca el juego es en la excelente banda sonora (la versión mejorada incluye tanto esta  por separado como un manga para su lectura). Ritmos ochenteros y guitarreo puro y duro, combinándose con melodías más suaves, ambientales y futuristas. Las primeras las disfrutaremos en los momentos de acción más insana como los combates y las carreras (también ocultas en cintas de casette esparcidas por el planeta), mientras las últimas sonarán a lo largo de todo el juego ambientando la exploración. 

Sin duda son piezas musicales a tener en cuenta.

El doblaje, por su parte, es casi inexistente, pues nuestro protagonista es mudo, limitándose únicamente a las voces más que correctas de los hologramas, aunque en inglés. 

Star Overdrive - Desde el panel de mejoras podemos personalizar las capacidades del Hoberboard.

Jugabilidad:

Aunque las capturas inciden en el uso del (Hoverboard), con la velocidad por bandera y los saltos casi imposibles (aprovechando las pendientes y las físicas proporcionadas por las dunas), Star Overdrive nos permite sin embargo alternar este modo de juego con el clásico y más puro estilo Rpg. Aquí el juego toma como modelo a su primo de Zelda, con perspectiva semejante y que, espadazo tras espadazo con  el Keytar (una guitarra con teclado), usaremos tanto contra los enemigos como para abrir brechas y accesos secretos. Un arma que cuenta con un ataque básico, el de toda la vida, y otro de carga más avanzado que se obtiene dejando presionado el botón de acción. Como pega he de decir que el juego no tiene enfoque automático. Salvo que lo incluyan con algún parche. 

El resto, más de lo mismo que ya hemos visto; exploración de escenarios en diferentes biomas interconectados, misiones secundarias, carreras a bordo de la tabla, y el descubrimiento de torres que abrirán otras zonas. También la búsqueda de materiales y lo que se conoce como "crafteo" es esencial para realizar nuestras propias mejoras y darle al hoverboard mayor potencia y personalización. Como extras los desbloqueables o las cintas de audio (en casette, como Dios manda), con piezas de música y algunas imágenes como las de nuestra novia, sin olvidarnos de las minas, espacios en los que mediante puzles y pruebas obtendremos nuevas habilidades y que activaremos desde un generoso y futurista árbol de fabricación (ver la anterior imagen). 

Star Overdrive - Algunos enemigos son de un tamaño considerable. 

No quiero terminar los últimos párrafos sin mencionar el parecido más que evidente con otro gran clásico de Playstation. Os hablo de la saga Tony Hawk's. De esta toma como referencia algunos detalles como los giros y piruetas, las caídas y los quiebros (con ese movimiento de dirección en el aire poco realista), destacando que a más velocidad más impulso y más mejoras temporales como, sí, lo habéis adivinado: una todavía mayor velocidad. 

El número de intentos no es algo que debería preocuparnos bastante, aunque sí es verdad que contamos nada más que con una vida. Esta no obstante podremos alargarla gracias a la salud de un escudo protector. Eso sí, cuidado con los enemigos, sobre todo los más grandes, pues estos nos harán morder la arena si vamos a por ellos sin más. Es necesario pensárselo dos veces y recurrir a algún tipo de estrategia. 

Ya como colofón, hablaros de la duración, y aunque para ser un juego de tipo sandbox o de caja de arena no es demasiado largo, al menos las veinte o treinta horas no os las van a quitar nadie. Incluso están aquellos que se han hecho más de cincuenta, aunque eso sí, intentando desbloquear todo y completarlo al 100%. 

Star Overdrive - Vale, el prota no dice ni mu, pero esas gafas molan mucho. ¿O no?

Conclusión:

Un juego que me ha sorprendido gratamente no tanto por su jugabilidad (ya conocida por haber jugado precisamente no hace mucho al citado Zelda y encontrando así muchas similitudes) sino más por la suma del Hoverboard, el vínculo con nuestro protagonista (necesario para las mejoras) y su magnífica ambientación. El mundo que nos rodea es distópico y apocalíptico, poco halagüeño, y sin embargo es hermoso y evocador. Algo así como lo que vimos en Shadow of the Colossus hace mucho tiempo. Quizás los niveles sean demasiado solitarios a la hora de explorarlos, más aún en las largas distancias, pero de haber abusado de la cantidad de enemigos y de las situaciones, lo habría sobrecargado y echada a perder totalmente la gracia de su ambientación. El aspecto retrofuturista, las texturas y la iluminación tan clara y limpia, también es un extra que a mí al menos me convence bastante, y sin olvidarme de las habilidades adquiridas y las capacidades de mejora y personalización. 

Totalmente recomendado. 

Star Overdrive - Seguro que al final se la pega contra la torre...

*Reseña que iré actualizando en los meses venideros.

Lo mejor:

-Va en equipos modestos (I5 en el caso de un Intel).

-Es un juego fluido y de mundo abierto.

-Posibilidad de mejorar la tabla con materiales obtenidos durante la partida.

-El personaje puede aumentar y mejorar sus habilidades.

-Puzles. 

-Encuentros con personajes y situaciones.

-Diferentes biomas interconectados.

-Físicas a bordo de la tabla bastante impresionantes.

-Aspecto gráfico retro con entornos muy grandes.

-Buena banda sonora ochentera.

-Enemigos, algunos de ellos bastante sorprendentes.

-Extras y coleccionables, como imágenes o piezas musicales.

Lo peor:

-Problemas para ejecutarse con tarjetas de Nvidia algo más antiguas y compatibles con DirectX 12.

-Hay secciones muy largas que se pueden hacer algo repetitivas aunque eso le restaría gracia (¿alguien recuerda qué sucedió con Stalker?). 

-Para muchos pueden existir zonas muy vacías, pero a mí me encanta.

-Los puzles para algunos de los jugadores pueden resultar demasiado sencillos.