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26 de diciembre de 2020

Navidad, vicio, reflexiones y el blog en este año 2020 que acaba.

2020, uno de los años más atípicos y complicados para los que actualmente estamos con vida, casi ha llegado a su fin. Coronavirus, Pandemia... Confinamiento, por este mismo orden, han sido hasta ahora palabras habituales y presentes en la mayoría de nuestras conversaciones. 365 días con sus 24 horas en los que, con el permiso de la "caja tonta", de alguna manera hemos tenido que lidiar y aprender a convivir. De corazón, y desde este blog, muchísimo ánimo para todos los que, día a día, no han tenido más remedio que dar el callo y continuar, y en especial a aquellos que de pronto se han visto perjudicados directa e indirectamente por la enfermedad; con la pérdida de un  trabajo, un ser querido... etc.

A tomar por culio, julio y todos los demás meses de este 2020.

En mi caso, y a pesar de haber padecido sus consecuencias (varios positivos entre el equipo de trabajo que capitaneo como humildemente puedo), y sufrir además un accidente laboral del que aún me estoy recuperando (por suerte, favorablemente y mucho antes de lo previsto según los facultativos), en términos generales éste que termina ha sido de mis mejores años tanto en lo personal como en lo profesional. No lo cambiaría, con sinceridad. Un año en el que he afianzado viejas y nuevas relaciones (y desechar alguna que otra tóxica que aún quedaba), tanto de amistades como de pareja, saludando a la nueva vida que llega (en realidad es plural) y afrontando sus retos y cambios. Un año que, pese a todo y con ello, resulta algo menos ambicioso de lo que en su momento me regalaron los anteriores (desde el 2016 hasta el 2019 se sucedieron muchos viajes cambios (de aires, de personas, de residencia, de rumbo...), uniéndose también un nuevo parque de consolas y otras joyitas con las que cada vez que el tiempo me lo permite me abandono al vicio y la corrupción. Un año en el que he seguido muy fiel a mí mismo, a la perspectiva que ya tenía sobre mi futuro y la  siempre considerada buena aptitud y actitud. Hubo un instante, hace ya algunos años, que decidí, porque sí y porque me daba la gana, y también porque me lo merecía... ser feliz. Sin más. Y funciona. Vaya que sí. 

Hay que ser positivo, como Pacman.

Pero tan buenos deseos y disposición no quita que tenga muy claro el rumbo que como sociedad hemos tomado desde hace ya bastante tiempo. Oscuro, egoísta y ruin, como muchas de las personas -yo creo que la mayoría y así nos va- que la conforman, donde determinados valores ya casi olvidados apenas resisten como antiguas sombras que ya nadie quiere tener en cuenta. Demasiadas manzanas podridas., diría yo. Estamos viviendo el principio de un triste final. Va para largo, claro, pero ya está ahí, y son los más jóvenes los que más lo van a sufrir. Sin saberlo, porque simplemente se han criado en el mundo tal y como es. 

Pero hablemos de Videojuegos, retro y si se puede de coleccionismo viejuno, que es realmente de lo que trata este blog. 

Al lío.

Juegos terminados y por terminar:

Este año, a diferencia de otros, sí he podido terminarme bastantes títulos retro clásicos y otros más recientes (recientes para mí son aquellos juegos del 2000 en adelante, pero ya sabíais vosotros a qué veníais...), destacando sobre todos ellos los que vieron la luz en las generaciones de 32 y 128 bits. Algunos de éstos, correspondientes a mi colección privada y en formato físico original como Dios manda, y muchos en borradores y otros sólo sacados de su caja. Tengo juegos por terminar que llevan conmigo más de treinta años.

El primero de todos los finalizados, y al que le dediqué la primera entrada del año 2020, fue el clásico Alone in the dark. Sí, nunca me lo había terminado, aunque sí lo había instalado múltiples veces y había jugado, pero siempre me faltó ese momento para seguir jugando y acabarlo. Siempre he dicho que he jugado mucho pero he terminado muy pocos juegos. Ésto se debe a que cuando me hice con un Pc pirateaba muchísimo y me llegaban juegos por doquier; los instalaba, los jugaba, y al poco ya estaba con otro. Teniendo un giga de disco duro no había mucho más que hacer. Aún así pude acabarme bastantes cosas. 

El primero del año 2020.

Medal of Honor, F.E.A.R, Wolfenstein, TokiTomb Raider Legend... entre otros, pasaron uno a uno por mis manos. Me quedan todavía en el tintero (curiosamente en el final) el primer Assassin's Creed y Blade: the Edge of Darkness, ambos títulos jugados en el momento de su salida pero como siempre, y es que no tengo remedio, los dejé aparcados y nunca me los terminé. En el caso del juego español es para darme de tortas, porque en su momento fue de los que más jugué. También tengo por ahí, aparcado como de costumbre, el primer Monkey Island... 

Como podéis comprobar, he intentado jugar un poco con más consistencia durante este año 2020 a videojuegos que ya había probado hace decenios o tenía empezados, aunque parte de culpa los tienen los Mmo y otros títulos de mundo abierto a los que les sigo dando estopa con multitud de horas y que son los que más tiempo me consumen. Skyrim, Oblivion, cualquier GTAWar Thunder... sigo ahí, acumulando. Ah, y el clásico Risk.

En consolas, ya formando parte de mis copias originales y rejugando bastantes de ellos, me he centrado más en Playstation 1 y Playstation 2 con Final Fantasy X y algunos Resident Evil clásicos en cabeza. A ver si con el "fainal" en mi tercera intentona no borro la partida y no tengo que volver a empezar... Ahí estoy, ahí estoy... con mi calma... Ya me debe de quedar poco, pero juego muy de vez en cuando. Gran historia. Gran videojuego. 

Por otra parte tengo alguna ristra de títulos que van cayendo cada cierto tiempo a lo largo de la semana. Algunos viejunos, y otros no tanto. Xcom, Doom, Quake, Portal, IL2Unreal Tournament, Tomb Raider... la lista es larga y necesito varias vidas.

Tuve hace unos meses una intentona por volver a crear mapas o mods para los clásicos de ID Software y el viejo Duke Nukem 3D, pero entre el trabajo y otros quehaceres los dejé. La idea era realizar una serie de tutoriales para que más de uno soltase una lagrimilla. Quizás más adelante.

Ya no es sólo que juegue y me acabe pocos, sino que siempre estoy rejugando los clásicos.

Secciones:

Recientes secciones como la de "En el paquete", también con algunos pendientes por subir entre los que ya tenía y los que van llegando, ha crecido muchísimo más de lo que esperaba y tiene pinta de que no va a parar. De hecho, llevo sólo unos días esperando por el terrorífico Doom de Playstation, con el que seguramente inicie la primera entrada de 2021. En comparación con el de pc tiene una ambientación genial y, ya que estamos hablando de obras maestras, por aquí os dejo las muchas entradas que en su día dediqué a la franquicia: Universo Doom

Esta sección me gusta bastante sobre todo por la comodidad a la hora de realizarla y porque así de paso marco como recordatorio el momento de la llegada a casa. Que no es necesariamente un análisis (en ocasiones sí lo aprovecho), porque todavía hay gente que me comenta por las redes que entran creyendo que es una "review". 

Para este 2021 no me he planteado cambiar ni añadir nada, aunque tengo algunas cosillas que me han llegado y espero poder hablar un ratito sobre ello. Por el momento se queda así.

He puesto "paquete" en Google y me han salido estos tres elementos...

El blog:

El blog, sigue y seguirá sin cambios notables a excepción de lo que se me pueda ocurrir a lo largo del nuevo año. He sacado ganas y tiempo de donde no las tenía para aumentar ligeramente el número de entradas, dejando muy atrás aquella época en la que apenas llegaba a la docena. Difícil por otra parte, eso sí, volver a disfrutar de los primeros años donde superaba el centenar; adaptándome un poco a mi tiempo libre y a mi disposición. Llevar un blog, escribir de vez en cuando aunque sea a cuentagotas, es complicado y hasta cierto punto, agotador. Hay que tener ganas y por supuesto recibir alguna compensación. En mi caso, vosotros y vuestros comentarios, cuando comentáis. 

Este año he decidido ser bastante más escueto en el número de palabras por entrada simplificándolas o añadiendo contenido fácil, sin dejar de incluir algún que otro análisis o tutorial. El rey de la colina siguen siendo los manuales de juegos magnéticos Chico y los de Geyper, y a éste se le ha añadido un nuevo compañero de filas, que es el tutorial (todavía sin terminar) de Playstation 2 y Freemcboot. El diseño tampoco tengo en mente cambiarlo o la plantilla, ya que requiere de un tiempo y un esfuerzo que ahora mismo no me quiero, ni puedo, permitir. Ya veremos más adelante, pero por ahora va a seguir teniendo la que tiene desde hace unos años hasta nueva orden.

Las entradas dedicadas a la emulación con PS2 son las más vistas y comentadas con diferencia.

Youtube:

El canal seguirá siendo un lugar para hacer directos (ahora no me prodigo demasiado pero es que tampoco tengo ya esa necesidad), subir partidas completas sin comentar -por aquello de guardarlas en alguna plataforma- o lo primero que se me ocurra.  Sí es verdad que hace unos años mi idea era la de que creciera, pero ahora mismo me da absolutamente igual. Un lugar para pasarlo bien, seguir coincidiendo con colegas del retro, curiosos, etc... y poco más. Tenía varios proyectos en mente pero lo he ido dejando pasar. Tampoco voy a vivir del canal (no estaría mal, pero soy realista) así que prefiero dedicarle tiempo a mis cosas, mi gente, mi pareja y mi mascota. Bueno, mis, pero la otra está muy lejos. 

Me lo guardo para el futuro por si acaso.

Redes Sociales:

Un tema bastante escabroso y que ahora mismo no me quita tiempo ni el sueño. Las redes sociales ya hace bastante que han perdido toda su atracción sobre mí. Son lugares soeces, bruscos y plagados de miserables (no puedo ser más claro). Obvio que hay todavía buena gente pero es tan poca en proporción que se hace insoportable. Por eso y porque en realidad no les doy ya bola ni las visito como antes, no sé si volveré a escribir en ellas y ni siquiera para publicitar todo lo relacionado con el canal y el blog. Las tengo y las veo muy de vez en cuando, pero sólo por si tengo algún mensaje privado o he recibido una notificación. Del resto, hoy por hoy, paso bastante de ellas. El próximo año no sé lo que haré al respecto, pero sería a todas luces sólo como carácter informativo. 

Y nada más, sé que he sido algo más intimista otros años o que he tratado más temas, y seguramente edite algo esta entrada antes de que finalice el año, pero tampoco hay mucho que decir salvo desearos un buen final de 2020 y comienzo de 2021, y que, sobre todo, juguéis mucho a todo lo que queráis.

Ah, que me olvidaba de meter a la ya clásica mamanuela de Retronewgames, aunque en esta ocasión he querido aunar videojuegos y sensualidad.

Samus Aran, de la mano de un tal Logancure, en deviantart.

Feliciano, y todo eso...

Pasadlo bien... y no miréis con quién. 

Donaciones Paypal (por si os sobra la pasta y preferís pagarme un café).

Youtube (algo paradillo últimamente).

Twitter (más abandonado).

21 de diciembre de 2020

En el paquete: Halo "Combat Evolved". Versión Anniversary (Xbox 360)

Hace ahora diez años, cuando aún no llevaba ni medio año funcionando este blog, que en mis manos cayó el -en mi caso- muy desconocido Halo "Combat Evolved" de Bungie en su versión para compatibles. Un título que, si bien no me llegaba a sorprender en absoluto teniendo en ordenadores de sobremesa exponentes netamente superiores, como mínimo se merecía unos minutos de mi tiempo para comprobar si era sólo ruido y pocas nueces sus cualidades tras su paso por la primera Xbox

Dos en uno. El juego clásico y su versión remasterizada.

Satisfecho por sus bondades como título en primera persona y de acción (sin ser nada excepcional), acabé entonces por dedicarle unas líneas (AQUI) al igual que hice lo mismo para su sucesor: (AQUÍ). En ese momento (os hablo del año 2010 cuando lo estaba jugando y todavía faltaban dos años para la cuarta entrega), Halo ya era una de las franquicias más afamadas en consolas y seguía siendo uno de los títulos estandartes de la todopoderosa Microsoft. Lo que yo no sabía era que, lo que ya era una trilogía, había sido discontinuada en compatibles; como ya había ocurrido con otra no menos importante y que también me dejó colgado en la historia, como la saga Gears of War.

Sin embargo, ¿quién me iba a decir que muchos años más tarde el sentido común y el oportunismo me permitiría rejugar esta saga en Steam y además en una plataforma como el PC? Maravilloso, ¿verdad? No obstante, y fiel a mis principios conservadores como jugador de medios tangibles, y aprovechando el hecho de la tenencia de una Xbox 360 en mi poder, qué mejor que disfrutar de la serie en formato físico como Dios manda y no en ese sucedáneo que es el digital. 
 
Advertencia: Esto no es un análisis, ya que además de pertenecer a la serie de "en el paquete", el juego no deja de ser una revisión del juego original que sí fue analizado aquí en su momento. 

Los cambios son bastante sustanciales y le dan nueva chicha. 


Entre las dos opciones posibles: jugar al primer Halo de la Xbox original sirviéndome de la retrocompatibilidad o bien hacerme con el que vio la luz en el año 2011 a modo de Remake, la decisión no fue demasiado difícil; mucho menos sabiendo que entre los extras del título remasterizado se encontraba el juego tal cual salió por primera vez y tan accesible como con tan sólo pulsar un botón. 

Estrenando Kinect, y probando así algunas de sus características (a buenas horas, mangas verdes), me parece curioso cómo el juego responde a mi voz aunque no siempre lo hace correctamente. Por mucho que grite "linterna" o "recarga", estos comandos en concreto funcionan cuando les apetece, confundiéndolo en el caso del segundo con un estornudo o un carraspeo. De todos modos, es bastante satisfactorio, y resulta muy sorprendente analizar y escanear los diferentes objetos, armas, naves y enemigos para luego visualizarlos en tres dimensiones en una "biblioteca". Esta opción sólo es posible con Kinect.

Hoy no me apetecía encender el pc para meter el logo, así que a boli... xD. 


El resto del juego es, como ya he dicho en una pequeña aclaración más arriba, el mismo juego en esencia que vio la luz en el año 2001 como título debut de la consola Xbox. Con la posibilidad de alternar entre la vista clásica y remasterizada, con algunos extras y añadidos que lo redondean, además de mejorar tanto la inteligencia artificial como el acabado general. Yo no lo uso, pero también se han añadido bastantes extras y nuevos mapas a la opción multijugador.
 
La verdad que lo estoy gozando por segunda vuelta como si fuera la primera vez.
 
*Halo "Combat Evolved" Anniversary tiene:

-Campaña remasterizada.
-IA mejorada.
-Modo clásico con los gráficos originales.
-Compatibilidad con televisores 3D.
-Logros y extras, como la recogida de calaveras ocultas y otras pistas de la historia de Halo.
-Compatible con Kinect. 



Comprado el 11 de diciembre de 2020


16 de diciembre de 2020

Xogo - Retro: Análisis - Medal of Honor (Playstation)

Conocida por la gran mayoría de los amantes del belicismo y la acción de trincheras, la saga Medal of Honor es, por méritos propios (y porque de ella han bebido muchos otros videojuegos que llegaron después), una de las franquicias más importantes e influyentes de su género. Es verdad que como tal ha vivido tiempos mejores y son varios los títulos que ya la han superado, pero si algo hay que reconocerle al mal llamado "hijastro" de Steven Spielberg es su protagonismo en calidad de rey absoluto en la generación de 32 bits que lo vio nacer.

Medalla de honor. Para ti, para siempre.

Siendo jovenzuelo y con todavía la película de 'Salvar al soldado Ryan' en memoria, me estrené en la saga con Medal of Honor: Allied Assault un lejano verano del año 2002; con un espectacular nivel dedicado a Omaha y la sensación de encontrarme atrapado en el tiempo, reviviendo los más importantes momentos de la Segunda Guerra Mundial. En adelante seguiría con otros nombres de la franquicia, desde versiones de compatibles hasta portátiles, pasando sobre todo por las versiones originales que aún atesoro en mi colección de  Playstation 2. El último y el más reciente que he jugado, y del que he hablado aquí mismo, es Medal of Honor (2010), que si bien me entretuvo y aprobó de sobra en la mayoría de sus aspectos, de alguna manera siempre me dio la sensación de ir a medio gas.

Medal of Honor para Playstation:

El que hoy me ocupa no es otro que el videojuego que dio nombre a la saga y que surgió en 1999 de las mentes maestras de Dreamworks (estudio cofundado por el cineasta Steven Spielberg y artífice principal del juego) como exclusivo de la primera Playstation de Sony, la gris. Un juego que a pesar de tener más de veinte años encima -que se dice pronto- presenta bastantes más virtudes que defectos. Y por poner un ejemplo: quedaros con su capacidad para mostrar todo el nivel con una única carga (recordad que PSX no tenía mucha memoria y solía dividir en varias zonas otros fps), con una ambientación muy conseguida y animaciones, y sin ninguna ralentización. Un claro prodigio de ideas sólo lastrado por las propias limitaciones de la consola.

Frontal de la caja en Playstation. Versión Europea.

Historia:

Medal of Honor es una oda a todos aquellos hombres que murieron por su patria y la libertad en contra del Tercer Reich. Tiene el honor además (nunca mejor dicho aquí y ahora) de ser la primera franquicia "popular" que se tomó la contienda con un rigor, seriedad y realismo sin igual. Sin demasiados proamericanismos típicos estadounidenses que hemos visto a patadas, lo cual ya resulta increíble, y con un mimo y un detalle que hasta ese instante era muy raro de ver.

Tomando el control del teniente James Patterson, quien también sale en otros títulos de la franquicia, nos infiltraremos entre las líneas del enemigo durante los últimos meses de guerra, saboteando y pisoteando los planes e intereses de Hitler y del nazismo en general. La única ayuda posible corre a cargo de nuestros superiores y nuestro enlace Manon Batiste, espía francesa, quienes al inicio de cada fase nos narrará los diferentes pormenores de cada misión. Manon, por cierto, es un personaje que repite en la siguiente entrega: "Underground", aunque esta vez como protagonista, siendo seleccionable en este Medal of Honor en multijugador.

James "Jimmy" Patterson, nuestro alter ego en el juego.
 

Gráficos:

Aunque en el año 1999 todavía no se había tocado techo gráfico con la consola, lo cierto es que no hay mucho que objetar sobre el aspecto final de este título dadas las circunstancias. A simple vista se trata de un juego un pelín deficiente en cuanto a texturas y modelado (con poca resolución y una distancia de dibujo muy pobre que interfiere en el aspecto jugable), pero con unos personajes enemigos que aprueban con nota incluso de cerca, sobre todo como defensores de Hitler y su extinta bacanal. Podemos decir lo mismo de los escenarios, algo vacíos y en cierto modo no muy amplios, lineales y oscuros por norma, ignorando -a pesar del intento fallido por ofrecer un videojuego basado más en el sigilo que en el combate directo- otras vías alternativas, pero provistos de una excelente ambientación. A partes iguales un juego técnicamente por debajo de otros títulos de la época, pero que en general sube peldaños al mostrar unas rutinas sobre la media; como inteligencia artificial avanzada, aunque con sus luces y sombras, y todo ello sin sufrir el más mínimo tirón.

Llama la atención el hecho de que siempre actuemos de noche y que no encontremos demasiados enemigos en una misma zona, pero ese es otro de los trucos llevados por el estudio para ocultar la incapacidad y limitaciones de la consola de Sony. Y es que sean espacios exteriores o interiores, muy rara vez veremos más allá de nosotros a unas pocas decenas de metros, lo que provoca que la mayoría de los enemigos nos vean primero y ataquen sin que apenas nos podamos defender. Por suerte también ocurre al revés, aunque eso es más bien debido a cierto margen de "estupidez" no solventada pese a ser muy buena, en cuanto a su inteligencia artificial.

Por desgracia los escenarios suelen ser bastante lineales, vacíos y poco amplios.


Los modelos poligonales, aunque ya hemos dado alguna pincelada al respecto, tienen un buen nivel de detalle, aunque el punto más fuerte o lo más destacable es, en exclusiva, las animaciones con la que cuentan, su variedad y reacción (quizás lo más sorprendente y novedoso entonces de todo el juego), llevando cada encuentro a unas muy altas cotas de realismo. Desde soldados arrastrándose y parapetándose en las esquinas o aprovechando el cubrirse con otros objetos, hasta los que mueren con el gatillo apretado como en las películas o los que nos devuelven las granadas que malamente les intentamos colar. 

Otro punto a favor es el diseño de las armas que lleva el protagonista. Muy bien realizadas y con una serie de secuencias tanto de disparo como de recarga absolutamente completas y realistas. Eso sí, hoy en día ampliamente superadas, pero para la época y puesto que contaba con asesoramiento militar, era sin duda de lo mejor.

Aunque los escenarios no están muy cargados, la ambientación está muy bien lograda.

 

Sonido:

Bajo la batuta de Michael Giacchino y con un parque de sonidos realmente excelente, cada uno de los niveles de Medal of Honor goza de una banda sonora increíble que le dota aires de auténtica superproducción. Una cantidad generosa de temas a la altura de las mejores películas, y que le entra como un guante a cualquiera de las misiones que, por momentos, se llenarán de epicidad. Además cada una de las piezas parece cobrar ritmo según la acción que haya en pantalla, disfrutando de momentos de relativa calma y otros en los que se nos saldrá el corazón de la emoción. Muy recomendada también para escucharla por separado una vez fuera del juego. 

Las diferentes voces en alemán de los enemigos (existe un truco que las convierte al inglés aunque no lo recomiendo), los sonidos de ambiente elegidos, el narrador y tanto el sonido realista de las armas como el de su entorno, son sin duda varios de los puntos más fuertes del juego y, aunque no hay demasiada vida por las características propias de la consola y porque ello supondría un notable esfuerzo a nivel hardware, el sonido ambiente y de guerra creado para la ocasión forma una atmósfera tan perfecta que suple cualquier otra limitación.

No os hagáis ilusiones. En Moh ni pilotamos vehículos ni nos enfrentamos a ellos.
 

Jugabilidad:

Al igual que cualquier otro fps (first person shooter, para entendernos) digno de la época, la interfaz de partida es básica y funcional. Consiste en una barra de vida que imita la forma de una brujula, y que iremos rellenando a base de raciones y botiquines. No tenemos ni armadura ni nada que se le parezca, aunque sí un elenco de armas -no demasiado extenso pero funcional- entre las que destacan pistolas, rifles, escopetas, bazookas, ametralladoras y granadas de mano, que alimentaremos gracias a la munición esparcida en paquetes o directamente del enemigo. También nos serviremos de algunas armas montadas (ojito con ellas cuando nos apunten), tan contundentes que destrozarán la vibración de nuestro Dual Shock. Porque sí, es compatible con el Dual Shock. De hecho será gracias a los sticks analógicos que podremos apuntar con más precisión (pulsando R2), dañando en el punto más apetecible de nuestro enemigo: piernas, manos, cabeza... etc, siendo éste en su mayoría, si es que no se lo lleva el casco primero, un disparo mortal.

Siete son las misiones que tiene Medal of Honor para Playstation; con niveles extra entremedias y a las que podremos acceder tras una pantalla de "briefing" o vídeo de entrada, además de leer cuáles son nuestros objetivos. Misiones que, una vez finalizadas, y tanto si conseguimos como no una medalla (que variará dependiendo de nuestra puntería, enemigos derrotados, tiempo, impactos efectuados y recibidos, etc) nos mostrarán a modo de resumen todo tipo de estadísticas. Lo bueno es que siempre podremos volver a rejugar esa misma fase para mejorarlas y a su vez conseguir todos los extras ocultos, que no son pocos. 

Pero uno de los apartados más divertidos y que era casi indispensable para quienes disfrutaban de este tipo de juegos y no podían permitirse más de una consola o juego, era el multijugador a pantalla partida. Una experiencia fluida y con una buena variedad de mapas y armamento, entre las que destacan las pieles o "skins" para esta modalidad; desbloqueables una vez termina uno el juego o consigue diversas medallas (también mediante trucos), como Shakespeare o Churchill entre muchos otros.  Sé que ahora los juegos ya tienen de todo, pero entonces no era algo habitual.

 

Entre fase y fase se irán intercalando algunas imágenes como ésta.

Inteligencia Artificial:

Si bien no era el único juego de su género entonces y ni mucho menos el mejor (en Pc había mucha chicha ya por aquellos años), tenía no obstante una serie de ideas muy novedosas en cuanto a sistema de juego e inteligencia artificial. Los enemigos, ciertamente eran genéricos en su mayoría y estaban limitados en cuanto a detalle, y sin embargo gozaban de algunas lindezas que, si funcionaban como tenían que funcionar, simplemente te dejaban a cuadros. Así veíamos soldados realistas que te flanqueaban y atacaban siguiendo otra ruta como otros que utilizaban todo el escenario y se parapetaban, hasta aquellos que se arrastraban persiguiéndote por los conductos de ventilación o que cambiaban de arma según la distancia a la que nos detectaran. Como ejemplo impagable uno que viví en mi partida, cuando uno de los soldados alemanes me devolvió una granada... Por desgracia hay que decir en su contra que la mayoría de los npcs son sordos y no serán pocas las veces que estaremos masacrando a sus compañeros mientras ellos de espaldas seguirán sin activarse.


Conclusión

A la vista de actualizar esta entrada con algún otro detalle que se me haya pasado, foto, o bien por detenerme un poco más en la redacción (las prisas os aseguro que no son nada buenas), creo que queda más que patente todo lo que he disfrutado con este juego. La ambientación, la banda sonora, las diferentes reacciones de los enemigos y lo bien que se mueve en pantalla, me han sorprendido gratamente. Tenemos texturas muy planas y hasta ridículas (algunas incluso parecen pintadas por un niño) y aunque en la mayoría de las ocasiones la distancia de dibujo ha supuesto un problema en los enfrentamientos, es un juego que sólo por su importancia hay que jugar. El multijugador ,a pantalla partida es una verdadera gozada y, si obviamos el hecho de que los escenarios son lineales y los contrincantes son en general bastante cegatos (cuando no estúpidos), tiene los suficientes elementos y detalles, incluso a nivel de inteligencia, como para darle una oportunidad.

El juego transcurre siempre de noche o en espacios oscuros.

Lo mejor:

-7 misiones con diferentes niveles. Es un juego de durabilidad muy decente.

-La ambientación.

-Algunos detalles relacionados con la inteligencia artificial.

-Bastante rigor histórico.

-El guión, aunque nada del otro mundo, es del propio Steven Spielberg.

-Buenísima banda sonora. 

-El juego contó con la ayuda del propio ejército de los Estados Unidos.

-El sonido de las armas es el real.

-Multijugador a pantalla partida bastante divertido.

-Bastantes extras.

-La segunda entrega, Underground, mejora cada uno de los aspectos de este juego.

Lo peor:

-Distancia de dibujo demasiado escasa.

-Algunas texturas parecen un chiste, como las del agua o de la propia noche...

-Escenarios algo vacíos para lo que cabría esperar, aunque bien resueltos.

-Dificultad a la hora de apuntar con el mando original de Playstation.

-Por limitaciones de harwdware, los cuerpos abatidos desaparecen sin dejar rastro.

-Enemigos completamente sordos y a veces hasta ciegos.

16 de diciembre de 2020. 13:10