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31 de diciembre de 2021

Opinión: El año que acaba.

Pues otro año más que se nos va por el retrete, compañeros del retro y, aunque no tenía pensado dedicarle unas líneas a este 2021 que muere y que me ha resultado un tanto regulero, ha sido al ver la entrada del Señor Suso junto a sus cavilaciones y puesto que ya lo había hecho otros años, que me he vuelto a decir: ¿Por qué no? 

Bienvenidos, una vez más, a otra entrada de opinión.

Como decía, termina el año 2021 y empieza el que le sigue; hasta ahí, todos sabemos sumar. Cuatro números que en mi caso han sido bastante regulares con algún que otro tramo muy malo por temas ´de salud, pero que contrastan enormemente si lo comparamos con lo que supuso 2020 (fue un buen año aunque los ha habido mejores incluso estando confinado y convaleciente de un accidente, y del podéis leer el balance que hice desde aquí). Aún así, será porque ya estoy algo curtido y he intentado tomarme este con bastante resignación y hasta cierto punto con alegría -acompañándome, claro está, de quienes realmente me importan y mis verdaderos amigos- al intentar mantenerme siempre activo, con algunas ilusiones (cada vez menos tal y como está el mundo y sus gentes) y en definitiva, ganas de pasármelo bien y vivir. Termina, sí, y lo hace con una Navidad algo más calurosa que de costumbre pero que en realidad no me aporta nada; para mí estas fechas siempre han sido sinónimo de turrón de chocolate, el coñazo de la familia, el paripé de conocidos, polvorones, y poco más. Sí, estoy hecho todo un Señor Scrooge de la vida, pero os aseguro que hubo un tiempo en que fui mucho peor. Hay quien dice que me estoy ablandando o que -más bien va a ser esto último- todo empieza a darme igual. Serán cosas de la edad, como decía la canción.

¡¡¡alehop!!! No me gustaban las imágenes que había en Google de 2022...- adelantemagazine

Pero a lo que iba, que total, si os habéis leído alguno de mis balances más o menos sabéis lo que calzo, este año, y si queréis podéis echarle un vistazo a las entradas que he ido subiendo, no me he acabado muchos juegos aunque sí han caído algunos que tenía pendientes y que considero imprescindibles para entender y disfrutar de los videojuegos. A destiempo -ya sabéis que suelo jugar a títulos que acaben oliendo a rancio- pero que llenaron mis horas de ocio con inmenso placer. Por ejemplo, Assasin's Creed, el primero, sí... un juego con un apartado técnico tremendo que se iba desinflando a las pocas horas y que me servirá para empezar el siguiente y, el otro, Syberia, una aventura gráfica como las de antes y que con su primera entrega me hizo rememorar sensaciones de otro tiempo en mi vida y en otro lugar. Os arrastro por aquí los análisis y vídeos que hice en su momento para que los sufráis (están completos):



Pero no han sido los únicos ni los últimos que hayan pasado tanto por mis consolas como por mis ordenadores. Además se puede decir que este año he recuperado del olvido objetos de cuando aún era un niño (de los que os hablé en la sección de "En el paquete") donde algunos de mis originales acabaron en la basura, con lo que si 2020 fue el año en el que esta sección creció, mi síndrome agónico de Diógenes lo ha hecho todavía más, y si el año pasado inicié enero con el clásico Alone in the Dark, el uno del mismo mes pero del que ahora termina, lo hice con un juegazo como la copa de un pino que es el Doom de PSX; al que sigo jugando y disfrutando de vez en cuando y al que recurro cuando me apetece algo directo y sin complicaciones y en su consola original. En la retaguardia con más calma de la que quisiera (muy de vez en cuando y algunos empezados hace mucho tiempo) a Final Fantasy X (que lo he dejado un poco de lado a pesar de que me encanta), Silent Hill 3 (sublime), Skyrim (en una de mis partidas interminables), Okami, maravilloso y original,  el clásico Resident Evil 1 (que me he acabado no sé cuántas veces), el primer Xcom moderno, algunos otros tantos en Steam, y diversos títulos de Master System tanto originales como emulados en mi maravillosa PSP. Y entre una y otra cosa, cuando quería echar una partida rápida y no liarme con demasiados cables o para matar un poco el rato, tirando de la Snes Mini (un abrazo efusivo para todos los mongolos que se reían y decían que la tendría criando polvo en la estantería y que la compraba por moda, como si me la hubieran pagado ellos o les molestara..). Y qué decir del resto de consolas de mi colección a las que le doy cera cuando toca y para que no se estropeen antes de tiempo.

También me he hecho con algunos videojuegos de PC sin contar los que han caído en la sección antes citada del blog y mi regreso a la saga Myth (no he hablado de ellos por querer hacerlo más tarde y al final...), una pequeña colección de camiones en miniatura que está comiendo espacio que da gusto por casa, y la llegada del pequeño pero muy práctico M700 de Lenovo (que uso incluso más que mi portátil de la misma marca) y el PC nuevo de sobremesa, un Ryzen, que me he montado este último mes y que me ha traído por el camino de la amargura durante dos semanas (quería hablaros de ello este año pero me dio mucha pereza, qué os voy a decir...). Bueno, y que por fin completé la colección de Tomb Raider en la primera Playstation con Chronicles, de los títulos más difíciles ahora mismo de conseguir. A mucha gente no le gusta, pero a mí me encanta.

La colección de Tomb Raider en PSX al completo.


Y a todo esto se suman felizmente el inicio de dos proyectos: uno de ellos muy ambicioso y complicado por la parte que me toca y que es lo que más tiempo me está llevando ahora mismo, pero que me devuelve otra vez a un campo que llevaba unos años abandonado, y otro que me hace mucha ilusión por aportar mi granito de arena y que tiene que ver con un videojuego. De este espero daros pronto noticias, pero por el momento no voy a soltar prenda. 

Y Youtube... el canal sigue aunque me lo estoy tomando con otra filosofía y subo de higos a brevas. Juego, luego existo y me divierto, y lo demás no me importa. Tampoco me paso por canales de otra gente como lo hacía antes, creo que fue una etapa, así que tampoco voy a obligar a los demás a que me vean. Con la llegada del canal lgtb de Netflix a mi vida creo que ya tengo suficiente. 

De lo demás, pues lo de siempre, en lo personal poca cosa; en la brecha y en lontananza algún que otro cambio, pero disfrutando de las cosas sencillas, enfrentándome con estoicismo, porque no queda otra, a los problemas que van surgiendo, pero intentando vivir todo lo mejor que puedo y con la gente que aprecio, que es poca pero suficiente.

El mundo, ya os lo dije una vez, se pudre lentamente y la gente que lo puebla parece que, o no se entera o no le importa, todo es más falso que Judas y que los duros de seis pesetas, pero los videojuegos, ay amiguitos, los videojuegos, aunque sean malos con ganas y nadie os comprenda, ellos siempre estarán ahí. Disfrutadlos, que igual que este 2021, al final todos nos vamos al hoyo. 


22 de diciembre de 2021

En el Paquete: Cómo hacer - Trabajos Manuales - Editorial Plesa

Los libros de Editorial Plesa-SM fueron, al menos durante un tiempo, compañeros de juegos, amigos y, por supuesto, maestros. Una puerta abierta hacia el conocimiento, la diversión y el descubrimiento, donde el objetivo era tan simple -y a su vez muy complejo- como tratar de satisfacer las inquietudes tempranas de los infantes (también niños y adolescentes), y con ello calmar su incipiente curiosidad. De ellos nos queda el recuerdo de infinidad de manuales, guías y libros documentales; El Mundo de lo DesconocidoA través del TiempoLa Senda de la Naturaleza, y todo un larguísimo etcétera entre los que si hay alguna por destacar es la protagonista de hoy.

"Cómo hacer..."

Después de casi cincuenta años desde su salida -salieron en 1975- quiero recordar con vosotros, de entre todas las colecciones que sacó la editorial en quioscos y librerías españolas, la que en letras bien grandes y rojas rezaba con el título de "Cómo hacer". Una colección diferente, ilustrada, dividida por temáticas (pintura, ciencia, juegos...) y que con un tono muy desenfadado (pero con bastante seriedad para el público al que iba dirigido) nos permitía disfrutar aprendiendo a través de sus tutoriales y juegos y, lo que es más importante, pasando de ser meros lectores para darnos la oportunidad de devanarnos los sesos, ponernos manos a la obra y crear. Hoy, cuando a la mayoría de los niños se les da todo hecho y el esfuerzo no va mucho más allá de pulsar una tecla o la superficie de una pantalla táctil, comparar lo que estos libros ofrecían (salvo contadísimas excepciones) es como sentarse con mi abuela con casi un siglo encima e intento explicarle cómo se deberían de jugar cronológicamente todos y cada uno de los Resident Evil. Pura ciencia ficción. Para muchos, esta serie de libros (doce, con sus tapas propias y temática) fue su primer encuentro con la ciencia y las manualidades y, mucho me temo, con un estilo tan genuino y característico que hoy día es bastante difícil, por no decir imposible, que se vuelva a repetir.

Ejemplo de una de las páginas.

En el paquete de hoy, sección que habla de lo que guardo cual Diógenes en cajones y estanterías, he decidido no sólo parlotear de la colección "Cómo hacer" como tal y con ese mismo nombre, sino también de la edición especial que llegó a la editorial ese mismo año (1978) a la par que para los suscriptores de Círculo de Lectores; editorial en lengua castellana nacida en 1962 en Barcelona y vendida a Planeta en el año 2014 que vendía en su mayoría yendo puerta por puerta (seguro que a algunos os suenan aquellos comerciales de traje que iban casa por casa diciendo "Círculo de Lectores"). 157 páginas de juegos, tableros y manualidades recogidas en formato enciclopédico (siendo un resumen de los doce libros mencionados) y que, se me había olvidado aclararlo, en España se vendían como propia aunque en realidad eran una traducción. Los originales, los genuinos que sirvieron de base, no eran más que una serie de libros ingleses publicados bajo el sello de Usborne Books y con el nombre de "The Howknow Books". Y creo que fue un acuerdo entre las dos editoriales, Plesa y SM (según tengo entendida eran dos y no una, y cada una velando por sus intereses) y así fue cómo nos llegó.

El especial que traía un resumen de los doce números. Formato enciclopedia.

Obviamente, yo siendo un chaval no tenía ni idea de que existía una colección tan grande (de hecho me enteré hace pocos años de ella buscando información sobre el mío), pero la verdad es que la "Enciclopedia Cómo hacer Trabajos Manuales", que es el especial que ha dado pie a esta entrada, llenó muchísimas de mis horas y fue de mis mejores pasatiempos incluso siendo adolescente. Mi ejemplar, que está sobado hasta las trancas y ha perdido el lomo, estuvo antes de mí a cargo de dos personas y una de ellas un tío mío.

Otro de los originales ingleses. 

Ha sido sólo hace unos días (el mismo día que conseguí la caja de Juegos Reunidos Geyper), que me llegaron otros para regalo; mucho mejor cuidados y con menos tralla encima. Blancos, casi inmaculados. Un reencuentro entre hermanos...

Por aquí os dejo una foto del reencuentro...

Dos de mis copias. Cuesta mucho encontrarlas sin desperfectos. 

 

También os dejo por aquí los números de la colección que, por suerte, ya que hasta hace poco era imposible encontrarlos, podéis descargarlos en formato pdf. Valen mucho la pena, sobre todo si tenéis niños en casa. Como no es contenido escaneado por mí (estoy haciéndolo con la enciclopedia), os invito a que lo busquéis desde Google.

Es muy difícil encontrar imágenes en condiciones más allá de la conocida web de colección.

Aquí van...

-Cómo hacer juegos con papel.

-Cómo hacer y manejar marionetas (este me daba un poco de canguele por el aspecto de las mismas).

-Cómo hacer de espías (de mis favoritos).

-Cómo hacer modelos de aviones.

-Cómo hacer baterías e imanes.

-Cómo hacer grabados y pinturas.

-Cómo hacer juguetes que funcionan.

-Cómo hacer juguetes de acción.

-Cómo hacer aparejos y aprender a pescar.

-Cómo hacer bromas y trucos.

-Cómo hacer experimentos.

-Cómo hacer de detective.

Otro ejemplo...


9 de diciembre de 2021

En el Paquete: Juegos Reunidos Geyper

Recordaréis, o puede que no, porque con la tontería ya han pasado cinco años desde entonces, la vez que dediqué una entrada en el blog a los conocidísimos Juegos Reunidos Geyper de los años sesenta, setenta y ochenta y, en concreto, a su manual. 

Menuda jeta que gasta el puber. 

-Manual de los Juegos Reunidos Geyper , AQUÍ en la sección de Descargas

Fue a raíz de esa entrada cuando redescubrí el que sería el clásico de las reuniones de mesa que tantos y tan buenos momentos me había dado de niño, recuperando parte de mis recuerdos y mis intenciones para hacerme con uno de aquellos juguetes que tuve y que en alguna etapa de mi vida perdí (a decir verdad, porque como muchas otras, todas ellas acabaron en la basura por obra y gracia graciosa de su majestad de su casa, mi madre).

Lo más cerca que había estado -muchísimos años despúes- de una caja de Juegos Reunidos y de poder llevármela a casa, fue visitando un mercadillo de muchos de los que suelen tener lugar en la zona del Empordá; la última vez apalabrando su compra con el vendedor y dejándolo zanjado para llevarme el artículo al día siguiente (era sábado casi al mediodía y ya se me habían acabado los dineros), cuando resulta que el Domingo por la mañana justo levantándome, se me vino un aguacero de esos que caen por el Mediterráneo y la Costa Brava, donde de ahogarse se ahogan hasta a las ranas, dejando que mi idea para acercarme y rematar como un auténtico maestro el proceso, se quedase en tan sólo una triste intención. 

Desde aquel día, y con el chasco metido en el cuerpo como quien comete un pecado inconfesable, callé para siempre como un bellaco y no volví a buscar ni a nombrar nada parecido tal era mi vergüenza; también he de decir que con los precios que manejaban la cosa me echaba no un poquito sino bastante para atrás... Hasta hace unos días (también sábado, que parece ser el día que utilizo para sacar a pasear al cerebro) cuando por fin me he dado de bruces con uno prácticamente completo y en muy buen estado de conservación. Y no sólo eso sino que también a un precio atractivo y ridículo, mucho más barato que el que en su momento tenía pensado comprar. Si 15 euros os parece caro, os invito a que le echéis un vistazo a Google, y ya me diréis lo que os vais a encontrar. No digo que ese deba ser su precio, pero no son en absoluto baratos (al menos en el momento en que estoy escribiendo este texto). La mayoría de los que parecen estar más decentes pasan de los 60 euros y, muchos de ellos, traen no sólo la mitad de los juegos sino que también le faltan todavía más fichas. He llegado a ver subastas de salida, y estamos hablando de la versión de 25 juegos, que superan los 120 euros. Otra cosa es que los compren, que yo ni harto de vino, pero ahí los están.

No es el primero que me lo dice, pero mucha gente coincide en que tengo un especial don para hacerme con artículos decentes a precios incontestables. Yo lo llamo tener paciencia y el don de la oportunidad.

Versión de 50 con cambios en la disposición, colores y juegos. 

Juegos Reunidos Geyper, de las valencianas Industrias Geyper (1945-1986), fue durante varias décadas el protagonista indiscutible de las mesas de nuestros hogares y, en mi caso, la que compartí con mis tíos y abuelos cuando aún era crío. Partidas interminables (normalmente para descansar de las cartas y el cinquillo) que nos mantenían -sobre todo los viernes y cada fin de semana- dándole estopa en especial a la oca, las damas y el parchís. Recuerdo que como éramos de posibles (o eso parecía porque también fuimos los primeros de la zona en tener televisión) no sólo teníamos una caja sino dos, siendo estas las versiones de 45 y 55 (una de ellas, no recuerdo cuál, con el plástico interior de color verde e incluso un tapete) pero que con el paso del tiempo se fueron "desintegrando", que ya es difícil o más bien intencionado, hasta sobrevivir unas pocas piezas de las que hoy no quedan nada más que una ficha roja de las damas y varios dados del parchís. Cada vez que me ausentaba un tiempo por trabajo y tardaba meses o años en ir a casa de mis padres, mi colección de objetos y recuerdos de la época iban menguando drásticamente... 

La de esta entrada es una versión de segunda generación (es un poco complicado hacerse a la idea de la cantidad de versiones que hay) y por el color del plástico, el frontal y el color del resto de la caja, yo calculo que su fecha de fabricación podría estar entre los dos últimos años de los años 70 y primeros 80. Además, ya como dato curioso, decir que aunque en teoría todas las cajas con la misma cantidad de juegos deberían de tener idéntico contenido, lo cierto es que no siempre era así cambiando ligeramente según el año de fabricación. Así, como ejemplo, y aunque las versiones de 45 como esta que nos ocupa deberían de tener todas la misma cantidad de juegos y colores, si buscáis algunas fotografías veréis que había cierto descontrol. Y os digo más: el juego de las letras (letras en rojo en un fondo blanco sobre cartón), presente en otras versiones con menos juegos, en esta no está o puede que haya desaparecido, aunque también no es para nada un problema ya que es tan simple como imprimir de nuevo las letras y pegarlas a un cartón.

El juego de las letras del que os hablo. Fácil de "copiar".

Volviendo a esta y ya para finalizar este tocho, la que me ha llegado a casa está bastante bien conservada. Los tableros de juego (parchís, damas, la oca, etc), están todos sin usar y, salvo una ficha amarilla de una de las cajitas contenedoras y varias piezas cónicas (todas ellas del mismo juego), dos salientes de los cuatro que tiene la ruleta que están rotos y una peonza que hay que reparar además de los típicos rasguños visibles en la caja y las marcas propias del uso y por estar mucho tiempo guardada, el resto del conjunto está en perfectas  e impecables condiciones. Además, también trae el sello de la línea de montaje original así como el manual de instrucciones.

Puedes ser más o menos sibarita e inconformista, pero en un producto con tantos años y uso encima, y que supuso la diferencia entre morirte de asco en casa un día de mucha lluvia o disfrutar de lo lindo, casi diría que es toda una suerte no encontrarlo mucho peor. Y ojo, que no tiene nada que ver con los últimos que salieron en los años noventa (que ya no eran de Geyper, pues la empresa había cerrado) y que algunos intentan venderlos como más antiguos para subirles el precio. Obviamente suelen estar en muchísimo mejor estado y podéis diferenciarlos por el color blanco de la caja. Son parecidos, pero ay amiguitos... no tienen la misma esencia y, por lo tanto, no son lo mismo.   

Salud.


La mía, que espero ir mejorando poco a poco.

*Os dejo también por aquí los manuales de los videojuegos magnéticos de la casa Chicos, que son junto a los tutoriales de Freemcboot y Playstation 2, de los más visitados en el blog.