16 de agosto de 2023
0 comments

Xogo - Retro: ANÁLISIS - Alone in the Dark 3 (PC)

8/16/2023

Cierro con el que es la última entrega de la trilogía clásica desarrollada por la gala InfoGrames, Alone in the Dark 3, mi paso por esta mítica saga que, desde que me adentré en Derceto por vez primera y atravesé sus fríos muros hace ahora prácticamente treinta años, siempre tuve pendiente por finalizar. Lo hago, no obstante, con cierto regusto amargo pese a haberlo disfrutado, y es que aunque ahora en el horizonte me aguardan más aventuras -como "Alone in the Dark: The New Nightmare"- no puedo evitar sentir mi enfado debido a la ingente multitud de problemas con las que, en esta tercera parte especialmente, por desgracia he tenido que lidiar. 


Porque Alone in the Dark 3, el Alone que dejaba la soledad de la primera mansión y la acción menos contenida de su segunda parte, vuelve aquí con una de "vaqueros", esta vez sí con más dosis de exploración y misterio, pero a mi reticencia y desconfianza respecto a un género del western que menos me atraía, he de decir que nunca llegué a pensar que se me haría tan cuesta arriba superando en errores y despropósitos al que yo tenía como mucho peor videojuego. Os hablo comparándola con su segunda entrega, de la que también os hablé por estos lares no hace demasiado, confirmando que, de todos los Alone clásicos éste es, sin duda alguna, el más difícil, peor construido y desarrollado; con numerosos errores de lógica y otros muchos problemas jugables, a la espera quién sabe si algún día, de rejugarlo en su formato original y no desde la emulación a través de DosBox. ¿El motivo? Sospecho que tiene más que ver con ésto que con el propio juego en sí. Sin embargo es un juego tan "subido" de precio que, mucho me parecería a mí hacerme con una copia original.

Una verdadera lástima que lo que podría haber sido una aventura atrayente e interesante con momentos muy buenos, difícil en algunos aspectos y una vuelta de medio lado a sus orígenes, sea por culpa de malas decisiones jugables un título que cierra un motor gráfico y concepto que echa por tierra la idea del videojuego inicial. De hecho, he tenido tantos problemas con este videojuego, que es la primera vez que me he visto obligado en una aventura gráfica a utilizar guías y recursos mucho más de la cuenta. Incluso partidas guardadas por otros al desechar volver a empezar una nueva partida, ya que las herramientas de las que hace gala el juego son tan confusas una vez metido en el escenario, están tan mal implementadas que el título abusa durante la trama de numerosos "Dead End". Esto es, llegar a un punto concreto en el que por no haber hecho una acción específica, uno se ve obligado a cargar, si la tiene, una partida guardada anteriormente o, mucho peor, volver a empezar. Totalmente inviable a no ser que tenga uno 15 años y todo el tiempo del mundo, y le importe bien poco echarse meses con el mismo juego. Lo que debería fr haber sido una grata experiencia al final se ha convertido en algo descafeinado e insípido. 

Y aún así, es un juego que recomiendo por otros motivos, pero sigamos con la reseña...

Por desgracia la emoción de disfrutar de una nueva entrega de Alone se irá desinflando.

Alone in The Dark 3 - Historia

Nuestra aventura comienza en 1926 mientras todavía estamos degustando las mieles del éxito fruto de nuestras anteriores investigaciones y bajo el apodo merecido de Detective Privado Sobrenatural. Así, como si el Iker Jimenez del Hacendado venido a menos, y tras una espectacular y novelesca introducción que de otra vez nos pone sobre los primeros pasos de una nueva trama (imaginad siendo un fan de entonces y asistir a otra aventura y decenas de secretos), vemos cómo, en mitad de la noche e iluminados a duras penas, recibimos una llamada al otro lado del teléfono para iniciar otra ardua misión: Emily Hartwood, sobrina de Jeremy Hartwood -a quien conocimos en la primera entrega mientras recorríamos Derceto- ha desaparecido con todo su elenco y equipo de compañeros de rodaje en lo que parece un pueblo fantasma que sirve de escenario para películas del oeste en pleno desierto; un lugar aparentemente abandonado y que me recordó en gran medida a los decorados que se usaron en el siglo XX para películas de spaghetti western en el desierto de Almería, en España.

Sin pensarlo, o al menos con el tiempo suficiente para hacer los bártulos y salir escopetado, como investigador privado de lo paranormal, Edward Carnby se pone en marcha, una vez más, para averiguar alguna pista por leve que sea para conocer de primera mano qué ha sido del malogrado equipo. Allí descubre que detrás de todo el problema se encuentra un tipo sombrío que parece el hermano gemelo de Abraham Lincoln, y sin embargo lo que a priori apunta a una búsqueda con tintes bastante mundanos se torna en un misterio con tintes sobrenaturales y de aspecto tribal. Otra vez estamos metidos en una situación peliaguda que nos llevará además por muchos otros puntos en común con parte de nuestro pasado, comenzando así este último representante con un buen argumento y trama (en apariencia más trabajada) de toda una trilogía clásica que, personalmente, se merecía un mejor final.
 
Volvemos a los puzles y a la búsqueda, pero muy mal implementada.

 
El tercero en discordia:

De los tres Alone in the Dark clásicos, todos ellos incluidos en un pack de GoG con el que me hice hace ahora bastante tiempo durante mi primer registro (jugué los dos primeros en formato físico por aquel entonces pero las copias no eran mías), es esta tercera entrega la que menos ha suscitado mi interés desde que salió a la palestra en aquel ya muy lejano año 1994; con una versión primeriza que sólo dos años después vería una edición para el todavía novedoso Windows 95, en 1996. Hay que decir que esta entrega salió directamente en formato CD, mejorando las pistas de audio y los sonidos presentes, además de incluir voces digitalizadas en perfecto castellano y no únicamente al inglés. La versión de GOG, que es la que yo he acabado, viene traducida y permite el guardado indiscriminado de la partida en varios espacios, pero al menos yo no he llegado a escuchar -o no he sabido cómo hacerlo- las mencionadas voces en Español. Es además una entrega que desde siempre he mantenido distante y algo dispersa, que aunque estaba ahí, y puesto que no me había jugado y acabado en serio los juegos anteriores, quizás también porque la temática me atraía menos, no había llamado en demasía mi curiosidad y atención. Si bien los dos primeros títulos parecían observarme siempre desde la biblioteca y sabía que algún día debería de hacer honor a los clásicos, esta tercera entrega era un poco como un patito feo, el hermano mal avenido pese a tener algo que sí me atraía. De hecho, y a pesar de no suscitar el mismo interés, recuerdo verlo en imágenes en las revistas de la época y pensar qué misterios me podía aguardar.

También quisiera decir que mi buen amigo Klive ya me advirtió que este juego era un auténtico despropósito jugable y que le había crispado tanto que había decidido abandonarlo e incluso vender su copia, y aún así, porque soy un cabezota y creo que todos los videojuegos lo merecen, decidí darle una oportunidad... Eso sí, ahora una vez que me he tirado mis horas con él y visto lo visto, creo que hice bien. Al menos es una punta menos por desclavar.

De vez en cuando disfrutaremos de ilustraciones.

Gráficos:

El motor del juego no genera demasiada sorpresa para quien se enfrenta inicialmente al cierre de la trilogía. Es el mismo, tosco y aparatoso, al que ya nos habíamos acostumbrado desde que nos adentramos en la mansión original. Los mismos defectos, las mismas carencias -y también virtudes, porque las tiene y os recuerdo que es el padre de títulos como Resident Evil- pero salvo por algún pequeño lavado de cara, alguna muy leve mejora y unos escenarios ahora algo más definidos y más detallados, de movimiento más fluidos y con una breve mejor respuesta (sin florituras, debido a sus limitaciones) es, en esencia, idéntico en prácticamente todo hasta en las mecánicas jugables impuestas por las dos primeras entregas. Los personajes vuelven a moverse de manera poco clara en un entorno tridimensional que choca con los cánones actuales y los jugadores menos pacientes, pero hay que tener claro que ese toque arcaico y primitivo también tiene su encanto. Y pese a todo, con un poco de práctica y ateniéndose a sus consecuencias, no tardaremos demasiados minutos en manejarnos y movernos como si hubiéramos vuelto en la máquina del tiempo a 1996. Entiendo que uno cuando juega quiere que todo vaya perfecto, pero dejar de disfrutar de un juego sólo por un control menos intuitivo, es un gravísimo error.

Sin embargo, lo peor que podemos llevarnos, y que nos jugará más de una mala pasada y nos obligará a anclarnos durante la aventura, y eso en parte es porque el juego obvia ciertos detalles que no contempla ni una vez en partida y ni siquiera en su manual salvo que uno se encuentre varias veces con el mismo problema, es que los escenarios correctamente renderizados apenas distinguen los objetos jugables al no disfrutar de demasiado detalle, pareciendo más un adorno o algo decorativo, sin que por ningún momento pensemos que es parte de la acción. Esto es un problema que ya acusé cuando jugué la segunda parte, pero aquí es muchísimo más evidente. Sobre todo cuando para activar dicho objeto debemos colocarnos en el lugar correcto y hacer la acción que el juego cabe esperar. Eso después de rezar y poner varias velas a algún Santo para que funcione en condiciones el sistema de colisión. Se nota aún así que los creadores ya conocían de las limitaciones del motor gráfico y sus muchos problemas en este aspecto, pues a veces el juego nos pone demasiado "fácil" el realizar una acción determinada bastante alejados de donde debería de ser así. Lo malo es que ni siquiera eso siempre funciona, abusando de situaciones en las que algo se activa... porque sí.

Y sin embargo en otras muchas ocasiones no he sabido qué hacer porque la acción requerida no se activaba estando desviado un par de centímetros, obligándome a dar mil vueltas y probar cosas durante una hora más tarde, hasta que acababa recurriendo a una guía. En otra época puede que me hubiese tirado meses e incluso un año para finalizar una aventura, pero ahora mismo es inviable dedicarle tanto tiempo a un juego y más aún con tantos fallos de diseño. Resulta tramposo añadir así la dificultad.

Más que nunca, en Alone in the Dark 3 debemos tener siempre un ojo al acecho para averiguar si podemos interactuar o no con cada elemento del escenario (es demencial en este caso y sobre todo si no tenemos mucha experiencia con este tipo de aventuras), lo que tampoco es sinónimo de éxito alguno pues el juego tiene muchísimas zonas y detalles que parecen del todo anodinos y que están puestos sin motivo alguno o simplemente para despistar.

Además, los ángulos donde se depositan las cámaras que siguen el trayecto del personaje, fijas, por supuesto como los Resident más tardíos al uso, no muestran aquellas partes más interactivas ocultándonos elementos y obligándonos a ir de un lado a otro; tocando esquinas con zonas muertas para descubrir algo mediante la fortuna con lo que poder avanzar. De verdad que lo que podría ser una aventura muy decente la han transformado en un continuo reto y que llega a agotar.

Si nos atrapan, harán Carnby al horno con nuestro cadáver.

Si antes os hablaba del sistema mediocre de colisiones, y que tiene momentos lamentables, he de subrayar las situaciones más peliagudas en las que debemos sortear algún tipo de plataformeo. Por poner un ejemplo y no destripar demasiado, existe un lugar lleno de lava donde allí donde nos subamos es prácticamente imposible. Y es que no son pocas las veces que daremos con nuestras botas en suelo firme casi al libre albedrío. Incorpóreo, invisible, lo de que atravesemos la tierra y nos colemos hacia la lava, no es simplemente una ilusión. Os aseguro que estaba convencido de que Alone in the Dark 2 se llevaba la palma en cuanto a errores, pero ni por asomo. Es un juego en el que a poco que demos vueltas y ya por experiencia previa, pensaremos continuamente que además de ser un juego difícil no avanzamos por algún tipo de error de programación. Esta sensación echa por tierra cualquier aspecto positivo del juego.

Se abusa, por lo tanto, muchísimo, del ensayo y error.


En realidad es un guiño de perspectiva dedicado al primer Alone in The Dark.


Sonido:
 
Como ya he dicho, el juego salió directamente en formato CD abandonando el disquette como en las anteriores entregas (aunque creo recordar que su segunda parte disponía de una versión también en CD), permitiendo utilizar voces traducidas al español, aunque yo lo he jugado con locución en inglés. Al menos ha mejorado también la banda sonora, mucho más acorde con la aventura, no viéndome obligado en ningún momento a prescindir de ésta como sí hice en la entrega anterior. Las melodías coinciden ahora con la escena y aportan un sentimiento de búsqueda y ahondar en el misterio más acorde con la primera aventura original. Así, sí. Se nota que el título está mejor cuidado en ese aspecto, aunque todavía dista bastante de la experiencia vivida en Derceto. 
 
Mención especial para la melodía guitarrera con voz del final.

Portada principal de Alone in The Dark 3

Parte trasera o contraportada de Alone in The Dark 3



Jugabilidad:

Uno de los peores traslados a la acción de este Alone, es además de un sistema de colisión nefasto, el hecho de que el juego -cuando así lo decide porque sigue arrastrando el mismo problema de antaño- no proporciona las pistas en forma de texto cuando debe de hacerlo. Éstas, escasas pero muy necesarias para ponernos en contexto y saber si lo que estamos haciendo tiene algo de sentido o vamos por el camino correcto, se ejecutan al libre albedrío, sobre todo si es la primera vez. Es, como digo, un mal que arrastra desde sus inicios la saga original. También volvemos al típico inventario, aunque esta vez detallado con motivos de la época o ambientación que el juego representa, simplificando algunas acciones, ligeramente, eso sí, porque han preferido seguir en la misma línea, mostrando todavía de una manera caótica el pasarse por las opciones para realizar acciones tan simples como las de buscar. A veces va bien... y otras no tan bien, pero todo es cuestión de acostumbrarse. El inventario, por lo tanto, sigue siendo arcaico, aunque estamos hablando de los años 90 y es algo que decidieron no cambiar. El control del personaje, sin embargo, ha mejorado levemente y éste se mueve y responde de manera más fluida, debiendo pulsar rápidamente el cursor para correr o suavemente si queremos andar. Todas las acciones son algo más rápidas y directas, en consonancia con la dificultad del juego, pero al tiempo que ésto es evidente desde los primeros compases, descubrimos que dicha inmediatez es apenas un pequeño destello en medio de otros grandes errores que no han querido subsanar. Atravesar los objetos, no hacer pie en según qué materiales, o unas cámaras que apuntan no dónde deberían y sí más allá. Un resultado en general bastante amargo en el que, vuelvo a repetir e incido sobre todo, en que a la hora de resolver los acertijos y propuestas primará sobre todo el ensayo y error. Lo que podría ser un videojuego donde tendría cabida el uso de la lógica y nuestro esfuerzo para llegar a cualquier planteamiento, es más fruto del azar. Probar, probar y probar, hasta dar con la solución. Lo malo que muchas veces estamos en plena acción para poder realizarlo sin nada que nos atosigue.

Porque Alone in the Dark 3 basa gran parte de sus acciones en el avance sin sentido en el que además se nos obliga a estar demasiado atentos a un escenario que no está del todo detallado. No sólo en lo que podemos hacer en el escenario sino en aquellos objetos supuestamente jugables (de los que hay muchos que parece que sirven para algo, pero al final no), lo que al final creará casi de manera constante un sentimiento de duda y cierta inseguridad. Eso le resta muchísima diversión y capacidad para el razonamiento, al menos hasta la mitad del juego, pues al abusar de este tipo de recursos y para más inri no funcionar de manera correcta, muchas de las acciones pasarán por probar lo más absurdo que se nos pueda pasar por la cabeza. Además, existen algunos requerimientos de los que no se tiene constancia en el manual (no se sabe que el personaje puede hacer tal o cual cosa pues no se contempla en ninguna parte como tampoco el juego nos avisa con determinadas pistas en pantalla), con lo que gran parte del tiempo en la que nos sintamos atascados creeremos que somos unos ineptos sin cerebro, que falle el emulador de DosBox, porque falla, o que por otra parte no es posible realizar ese movimiento o acción. Si sumamos el citado sistema de colisiones del que os he hablado y que a veces nos marca donde Cristo perdió las sandalias (a veces con media habitación por medio, sin exagerar), se hace todavía más complicado avanzar y dar con el siguiente paso con una feliz resolución. Lo que destroza sobre todo a este juego es que, finalmente y por desconfianza absoluta, es que acabemos echando un ojo a cualquier guía porque no será la primera vez que estemos dando vueltas durante horas, enfriando el ánimo y la paciencia del jugador. Ya me ha pasado más de una vez, lo que junto a los conocidos Dead End, es decir: las vías muertas donde no sucede nada porque te has dejado atrás algún evento, me ha obligado a retrasar la partida e incluso volver a empezar. Hay muchos de ellos a lo largo de todo el juego, y acciones que simplemente no funcionan (en determinado momento mi personaje debe de pasar a otro estado y hasta que no cargué una partida anterior saliendo del juego como unas siete u ocho veces, no volvió a suceder). Totalmente Inviable en los tiempos donde la oferta de ocio es muy grande, sobre todo para los que ya tenemos una edad y tenemos otro tipo de obligaciones. Una verdadera lástima. No sé si el original de la época tenía ya estos problemas en los equipos antiguos, pero la manera en la que lo he tenido que jugar era bastante molesta.

En ocasiones tendremos pistas para acabar con algunos enemigos principales.

 
El resto del juego es fiel a la serie y vuelve por fin al lugar de misterio que nunca debería de haber abandonado tras su segunda parte. Es un título difícil, con diferentes modos de dificultad que se basan en la cantidad de vida y daño percibido tanto por Carnby como por los enemigos, pero que salvo por todos los errores con los que nos encontraremos, se deja jugar. En ocasiones incluso se nos permite disfrutar y revivir momentos sublimes que nos recordarán brevemente al primer videojuego original. Hay numerosos guiños a las precuelas en la información que vamos encontrando (con personajes entrelazados), y aunque estamos ya resabiados (porque obviamente no la primera vez que jugamos a un título tal), estos instante se gozan con intensidad. El problema es, sé que me repito muchísimo, el hecho de que la mayoría de nuestos avances los propiciamos probando de todo y no usando el intelecto, restándole casi toda la diversión. Es un juego que está mal enfocado y trasladado, con buenas ideas pero muchas lagunas y momentos ilógicos, además de precipitarnos a una espiral sin apenas esfuerzo debido a todos sus fallos y las vicisitudes para que coloquemos al personaje en el lugar correcto. A veces estar ahí funciona, otras no, y luego tras cargar la partida sí porque sí... Luego están algunas acciones sin sentido donde no hay pistas visuales ni nada que nos haga sospechar salvo la coincidencia o el don de la oportunidad. En cambio, cuando alguna acción tiene su lógica y nos permite pensar las cosas, es cuando el juego se comporta como tiene que hacerlo y con ello sube los puntos de originalidad. No pasa muy a menudo, por desgracia. 
 
Es entonces, un juego que falla tanto, que en más de una ocasión he tenido que reiniciar el emulador, pero aún así creo que no es problema de ello sino a nivel general. 

Se abusa demasiado de la prueba de ensayo y error.


Conclusión:

Un videojuego que, pese a antojarse prometedor y a sabiendas de que volvía otra vez a los rediles del misterio, y aún con algunos buenos momentos que me han hecho olvidar sus errores tanto de diseño como de concepto durante al menos un porcentaje breve de partida, al final se me ha hecho muy cuesta arriba y me ha decepcionado profundamente; destrozando cualquier atisbo de diversión vista en las anteriores entregas. Quizás por desconfianza acumulada a lo largo de toda la partida o porque ya muchas de las acciones eran un puro trámite y estaba deseando acabarlo, pero me he encontrado probando combinaciones de lo más absurdas y tirando fácilmente de una guía (sobre todo a partir de la segunda mitad del juego), porque lo que ya menos me apetecía era esforzarme e insistir. A veces dejaba el juego pendiente durante semanas, e incluso han habido instantes en los que deseaba tirar la toalla, pero al final por tozudez y cabezonería lo decidí terminar.

Los fallos de emulación en Dosbox son graves y muchas veces deberemos cargar de nuevo la partida y salir del juego, o probar opciones casi inverosímiles, creando la sensación de que soy un jugador malísimo en el género y sintiéndome culpable por no esforzarme más. A veces no sabía si lo que estaba haciendo no funcionaba por incompetencia propia o porque el título me la estaba jugando. Ignoro si el juego original era este despropósito, pero al menos en su versión para GoG funciona tal que así. No es de recibo que uno se cuestione absolutamente todo porque el juego no da margen y no funciona como debería, porque eso lo único que hace es que el jugador pierda su atención y, por ende, de la diversión y reto que supone jugar una aventura gráfica. Hay demasiadas cosas que no tienen sentido o que se tienen que hacer porque así lo decidieron los creadores y, pese a los niveles de dificultad incluidos y los muchos puntos para el guardado, la experiencia total aprueba por un ligero suficiente raspado, aunque me temo que soy muy benévolo por la saga a la que pertenece. Está claro que el juego tiene su esfuerzo y con ciertos aspectos pulidos sería otra cosa, pero lamentablemente no ha sido así.

Tampoco vale que forme parte de una trilogía mítica y eso sea motivo suficiente para echarle el guante a este juego, pero aún así, si todavía te atreves y sabidos todos sus pormenores y grandes defectos (y sobre todo a lo que uno viene), quizás pueda llegarlo a recomendar. Puede que dentro de muchísimo tiempo y con menos tiempo y esfuerzo invertido, sabiendo ya lo que tengo que hacer vuelva a rejugarlo y acabe editando esta entrada, pero ya habrá perdido su gracia...

Lo recomiendo sólo como curiosidad y por puro completismo, o si tienes mucha experiencia jugando a este tipo de títulos y quieres probarte. Pero ten en cuenta que ya sabes a lo que vas.  

El truco es, y esto es lo más recomendable al 200%, fijarte en todos los detalles del escenario y detenerse a pensar con meticulosidad cuál podría ser tu próximo movimiento; hay gráficos que sí están ahí por algo y objetos que únicamente están para despistar. Pero de estas cosas te das cuenta cuando ya llevas la mitad del juego y ya te has asqueado de dar vueltas y probar.

Lo mejor:

-Espíritu Alone in The Dark clásico de vuelta con sus dosis de búsqueda y misterio.

-La banda sonora ahora está más acorde al escenario y su ambientación.

-Disponemos de un minimapa activado con el tabulador del teclado, aunque sólo como curiosidad.

-Mapeado más grande, pese a que el juego es bastante lineal (y menos mal).

-La Gaitling que nos dan casi al principio se encasquilla a capricho. A algunos jugadores eso le molesta pero a mí personalmente me parece bastante realista. 

-El tema musical final, aunque no pega demasiado con el corte, es bastante bueno.

-Tiene sus momentos donde uno puede percibir la grata recompensa de echarse a pensar. no obstante, el juego abusa del puro albedrío.

-Jugabilidad ligeramente algo más fluida que en las entregas anteriores.

Lo peor:

-Sólo un personaje jugable.

-Fallos constantes con el emulador DosBox.

-El más difícil de todo, sí, pero más por lo mal diseñado y pensado que está que por otra cosa. 

-Situaciones que fallan o funcionan de manera aleatoria.

-Acciones que se han de cometer porque sí y sin ninguna lógica.

-Muchísimos ángulos muertos de cámara que nos delimitan la acción y la atención.

-Objetos poco diferenciados sobre el escenario en los que uno no sabe si son mero decorado. El título no hace una distinción gráfica generalizada ni te lo explica, obligándote a ir probando suerte con todo lo que veas e incluso las esquinas. Al final te acabas dando cuenta, pero ya cuando llevas la mitad del juego y estás al límite de tu paciencia. 

-No lo he disfrutado como los anteriores.

*Las imágenes de esta entrada están recogidas de la web oficial de GoG y de Steam.

Si te ha gustado, comparte la entrada :

0 comments:

Publicar un comentario

NORMAS para COMENTAR:

*-Los comentarios no se verán hasta que yo los acepte.
*-Si un enlace NO FUNCIONA, avisad y lo arreglaré.
*-Siempre respondo. Paciencia.
*-Para responder mensajes anteriores, usad "responder".
*-Para comentarios nuevos, id al final de la entrada (donde el círculo con un avatar, después de los dibujitos). Si os fijáis pone "escribe tu comentario". Así no estaréis "pisando" los comentarios de otros.
*-Mensajes de tipo "spam" con contenidos ajenos, serán eliminados.
*-No pidáis mi WhatsApp. Usad el correo en el apartado de CONTACTO.
*-Dar gracias no cuesta nada.
*-Mi opinión es mía y sólo mía. Libre y con derecho de ejercerla.
*-Escribid con coherencia. No estamos en la selva.

-Partidas en Youtube: accediendo a través del menú superior (GamePlays) o incluyendo en Google "O Barallo - Retronewgames".

Gracias por pasaros.

Todas las entradas de RetroNewGames

 
Toggle Footer
Top